VIII: Chica Suicida

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Querida chica suicida...

Sé que no puedes dejar de causarte heridas, en realidad, la vida no es como nos la pintaron, los tiempos de soñar pasaron.

Con el pasar de los años tu inocencia se fue yendo, la esperanza se fue perdiendo; sé que muy dentro de ti, te preguntabas si así se sentía estar viviendo.

Dicen que las heridas en tu piel pueden cerrarse, pero... ¿a caso nadie les dijo qué las heridas también puede reabrirse?

¿Y qué hay de las heridas internas?

¿Siquiera alguien puede verlas?

El dolor aplaca el dolor, tal vez saberlo no es lo mejor.

Quiero implorarte, por favor, deja de autolesionarte, éso, a ninguna parte va a llevarte.

¿Necesitas un cambio? Ve por el.

¿Necesitas pensar? Escápate a algún lejano lugar.

¿Necesitas hablar? Busca personas con las que puedas contar, personas que estén dispuestas a escuchar.

Por favor, no sigas el camino del dolor, después de un tiempo se pondrá peor, sino paras, ya no sentirás nada, tu piel parecerá estar anestesiada.

Tienes que decirte a ti misma "¡Detente!".

Vamos, puedes convencerte.

Palabras al VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora