XL: Luna

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¿Y si... en realidad no era el Sol el único que gustaba de la Luna, sino también el Lobo?

Todos conocemos lo hermosa que puede llegar a ser la Luna, altiva y brillante, preciosa aún si es menguante, pero, les contaré sobre la historia detrás del lado oscuro de la Luna, un secreto que se ha guardado con el tiempo, la verdad oculta, de un amor no correspondido.

 Todo comenzó cuando el Lobo vio a la Luna por primera vez, y sintió un inexplicable interes. 

Cada noche el Lobo y la Luna se reunirían, hablarían y se conocerían,  una gran conexión crearían, se amarían, lamentablemente, uno de los dos a las garras del amor sucumbiría.

El Lobo, en silencio sufriría. 

Muchas noches el Lobo se quedaba a admirar a la Luna, al lobo le estaba gustando como no le había gustado ninguna. La Luna se sentía a gusto con el Lobo, y sería mentira si dijera que con el Lobo no sentía un cariño diferente al resto de todos.

El tiempo pasaba y el Lobo cada vez más de la Luna gustaba, ya no podía negárselo a sí mismo, la amaba.

Cada noche el Lobo se quedaba recostado, esperando la ida de la Luna, se despertaba al mediodía y se sentía incompleto, porque a la luz del día, la Luna casi nunca se veía.

Una noche, la Luna confesó al Lobo que gustaba de alguien, el Lobo le sonreía, mientras por dentro de amor moría, si su Luna era feliz, el también lo sería.

Aún cuando su corazón se rompía.

En mitad de una de tantas noches, un evento extraordinario surgió, un eclipse se originó, el Lobo vio al Sol y la Luna juntos, y su corazón se rompió.

El Lobo por fin entendió.

Si ámas algo, déjalo ir, así te duela sin ese algo vivir.

Con una sonrisa rota los admiró, se dio la vuelta, y hacia su libertad corrió.

Mientras corría... felicidad les deseó.

Porque a pesar de todo, el Lobo verdaderamente la amó.


Palabras al VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora