XXIV: Envidia

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Maratón "Pecados Capitales" (3/7) 

Hey, ¿es qué acaso no lo ves?

Estoy desmoronándome aquí, ya no sé cómo parar de pensar en ti.

Me molesta, detesto el hecho de quererte y no poder tenerte, me parece difícil el sólo hecho de intentar obtenerte.

Y no puedo parar de verte, mi mirada no para de buscarte, eres tan confusa y preciosa como el arte; pero no eres mía, y quizá nunca lo serás, y pensarlo no me deja estar en paz, debido a que contigo quiero más.

No me quiero hacer ilusiones, me han dicho por ahí que eres una rompecorazones, pero eso, querida mía, no me hace poder dejar de amarte...

Envidio a los brazos que pudieron abrazarte,

Envidio a los dedos que pudieron rozarte,

Envidio a las manos que pudieron tocarte,

Envidio a los labios que pudieron besarte.

Y envidiaré a la persona que tenga tu consentimiento para amarte.

Palabras al VientoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora