Almas gemelas (Ursu BG) *SM*

CAPÍTULO 32

CAPÍTULO 32

DARIEN

Nos pusimos en camino, estábamos a punto de llegar dónde estaba la policía y en consecuencia Serena cuando se nos pinchó una rueda y el coche se salió de la carretera ¡Mierda! Tanto mamá como Ikuko se veían algo nerviosas y yo bastante agobiado.

- ¿Estáis bien? - asintieron.

-No entiendo que ha pasado...- dijo mamá bastante desconcertada- Se salió sin poder hacer nada... - suspiré rodando los ojos.

-Se ha pinchado una rueda...- asintió más aliviada.

- ¡Vaya! No estoy acostumbrada a conducir...- dijo algo avergonzada- No me había dado cuenta... - ¿En serio? ¿No lo había notado? ¡Dios! Traté de respirar profundo para calmarme ¿Por qué tenía que pasar precisamente hoy? El día que ansío verla... ¡Debería haber conducido yo! Qué estupidez, seguro que se hubiera pichado igual.

-Bueno, habrá que seguir a pie... – dije al fin rompiendo el tenso silencio, Ikuko negó.

-No pienso pasear tan cerca de esa casa...- señaló la valla junto a nosotros que la rodeaba, no es que estuviera al lado, pero la casa se veía un poco más lejos.

-Podemos acercarnos desde ahí abajo...- dijo mamá señalando un sendero pedregoso junto a ella, ambas asintieron en acuerdo, por probar no pasaría nada.

- ¡Vamos! - dijo mamá muy animada antes de coger los bolsos y bajamos con cuidado por el mismo... Tardamos demasiado en bajar debido tanto al estado del sendero como a sus tacones, así que cuando llegamos abajo tomé la decisión más conveniente...

-Mamá ¿Porque no seguís vosotras por aquí y yo vuelvo arriba? - me miró mal, pero me importó poco, solo quería llegar lo más rápido posible a ella y con ellas no lo lograría nunca.

-Hijo, no creo que sea buena idea separarnos...

-Mamá...- la interrumpí- Si voy solo iré más rápido...- me entrecerró los ojos y señalé sus pies- Así no podrán correr mucho...- resopló.

-Déjalo Luna...- insistió Ikuko- Entiendo que está loco por llegar a mi niña cuanto antes... - le sonreí agradecido.

- ¡Pero puede ser peligroso! - gritó mamá nerviosa y alcé ambas cejas- ¿Qué? - dijo poniéndose en arras.

-Mamá, no creo que ni tú ni Ikuko pudieran hacer mucho por mí...- dije sin pensar y me miró dolida.

- ¿Eso crees? - asentí, ahora mismo solo me importaba llegar dónde estaba el operativo para ver a Serena...- ¡Pues vete! - gritó molesta, cogió a Ikuko del brazo y tiró de ella para seguir el camino.

- ¡Tened cuidado! ¡Y no os salgáis del camino! - les grité antes que se alejaran demasiado, por el enfado, mi madre ni se volvió a mirarme. Tal vez fui muy duro con ella, pero no podía culparme, Serena había sido herida y raptada, ahora estaban a punto de salvarla y tenía que estar allí. Cuando llegué arriba seguí la carretera, pero al escuchar unas voces me escondí.

- ¡Maldita mujer! ¡En mi vida he conocido a alguien tan cabezota! - esa voz...

- ¡Señor, si no nos vamos ahora nos cogerán! - eran ellos ¿Iban a escapar?

- ¡No puedo irme sin ella! En mi vida he perdido algo que quiero y esta vez no será la excepción...- ¿Hablaba de Serena? ¿Había escapado o la habían rescatado? Pero si fuera así ¿Por qué ese tipo no estaba arrestado? Algo de todo esto no me olía bien...

- ¡Pero señor...!

- ¡Como no te calles la maldita boca te pegaré un tiro entre ceja y ceja! - gritó airado y no se volvió a escuchar más ¿Quién no obedecería? ¡Hasta a mí me dio miedo! - Dame tu arma, iré por ella y la traeré a rastras si hace falta...- apreté los dientes con fuerza- Pero que me la llevo ¡Me la llevo! - escuché pasos alejarse, cuando se escuchaban muy lejos me asomé ¿Por dónde habría ido? ¿Serena estaba a salvo? No había nadie a la vista, miré alrededor del espeso bosque, ya más tranquilo llamé a los chicos para asegurarme, debía informarlos de su huida para evitar que escapara.