39. What Now

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"And I just wanna scream...

What now? I just can't figure it out..."

Dejo de seguirlo. Ya no me importa si vuelve a su casa o si se va a dar una vueltita más por el pueblo a medianoche mientras se fuma otro porro. Ahora mismo me da igual todo, solo quiero irme a la cama. Le imito, poniéndome la capucha de la sudadera y echo a andar entre la oscuridad de la noche, a paso bastante ligero. Estas calles a oscuras me dan miedo.

No me pasa nada durante el camino. Llego sana y salva a casa, y entonces me doy cuenta de que lo peor no estaba fuera, en aquellas calles solitarias, sino dentro en mi salón. Mi madre me mira, con los brazos cruzados y el pelo revuelto. Ni siquiera estoy sobresaltada. Ni siquiera estoy maldiciendo en mi interior por haber sido pillada. Estoy... resignada.

—¿Me puedes explicar qué hacías fuera a las doce de la noche?

—Es bastante complicado de explicar, de hecho.

—Inténtalo. —Se sienta en el sofá, cómodamente, y cruza las piernas.

—Pues... —Me quito la capucha y miro a todas partes. Invéntate algo, rápido—. Solo estaba con Louis.

—En la calle —señala.

—Estábamos hablando un rato en la acera. No entramos para no despertarte.

—Podéis quedaros en el salón sin problema, Carter.

—Vale —musito—. Tengo sueño, quiero irme a la cama.

Se levanta y con su brazo me aprieta contra ella de forma fugaz.

—Venga, anda. No me des esos sustos.

Me voy a mi habitación sin más y trato de pensar en cosas bonitas mientras concilio el sueño.

***

Voy escuchando música mientras hago mi habitual ruta hasta el instituto. Hoy es miércoles. Hace dos días estábamos a punto de hacerlo en mi habitación y Colin nos interrumpió. Aun así estuvimos juntos toda la tarde y, como él dijo, fue un plan maravilloso de todas formas. El lunes todo iba bien, a pesar de la interrupción que no dependió de nosotros, y a partir de ayer las cosas cambiaron. A veces pienso que ha sido una tontería y a veces pienso que realmente ha significado como un retroceso de muchos escalones. Mi nivel de confianza ha bajado... mi nivel de confianza está en el mínimo ahora mismo.

—Buenos días.

Me llevo una mano al pecho tras el susto. No tengo la música tan alta como para no oír unos buenos días suyos junto a mi nuca. Me aparto los cables de los oídos y le respondo con otro "buenos días" simple. El olor intenso de su perfume me llega de inmediato. Ojalá pudiera comerme el olor. Y a él.

—Deberíamos establecer un horario para venir a clase y así haríamos el camino siempre juntos, no por simples coincidencias.

Sí, deberíamos. En otro momento quizá me habría apetecido pensar en esa posibilidad.

No contesto.

—Carter —su voz se torna seria y en cuestión de dos segundos ya me está sujetando la cara para verme.

No estoy mostrando ninguna expresión. Muestro lo que siento: nada.

—¿Qué te pasa?

¿Qué me pasa? ¡Tú me pasas! ¡Tú y tus mentiras de siempre!

—Vale, lo siento —parece que cae en la cuenta—. Siento lo de ayer.

Creo que tiene más ojeras de lo normal, pero aun así su cara sigue viéndose igual de bien.

El objetivo de Carter Jones [LIBRO I]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora