Capítulo 3: "El poder de la Inocencia".

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El niño logró proteger a su madre, pero, se lastimó a sí mismo también. Exhausto se desmayó y su madre lo tomó en sus brazos y lo llevó a su cama para que descansara. La impresión de la madre era inmensa pues nunca vio una reacción como esa de parte de su hijo y era muy obvio lo que lo causó. Sin embargo, ya había visto señales de una gran energía corriendo por su cuerpo. Cuando el pequeño tenía apenas dos años de edad rompió las barandas de su cuna de madera en un arrebato de enojo causado por un juguete sin importancia. Y a los cuatro años se cayó al jugar en los árboles, cortándose en los brazos y piernas con mucha variedad. Más de veinte cortes se hallaban en el cuerpo del pequeño, junto con un golpe fuerte en la cabeza que se dio al caer. Cuando su madre lo recogió y lo llevó adentro para sanarlo notó que un trozo de vidrio se hallaba encajado en su pierna derecha. Pero, antes de sacarlo, sus otras heridas empezaron a sanar con mucha rapidez. Al mirar lo que ocurría se apresuró a sacar al vidrio y a mirar como en pocos minutos todas las heridas se habían cerrado sin dejar cicatriz alguna.

En esta ocasión era más que solo una simple herida cerrándose. Había matado sin problemas a sicarios profesionales en un parpadeo. Y ahora yacía inconsciente en su cama mientras era mirado por su madre quien trataba de entender en totalidad lo que acaba de ocurrir.

Tomando su teléfono celular decidió llamar a su hermano quien en una hora estuvo allí. Él era un hombre conocido por estudiar mejor que nadie el cuerpo humano, Rinkaku era enfermera y conservaba sus libros de anatomía en su casa aunque ya no los revisaba con frecuencia. Ellos eran hermanos gemelos y cada uno conocía al otro a la perfección. Pero había una diferencia entre ellos: Rinkaku no creía en las energías espirituales, su hermano sí.

-¿Qué ocurrió para que me llamaras de un modo tan agitado, hermana?

-Es mi hijo... los hombres que yacen en el suelo... mi hijo los mató. Con una especie de garra de energía o no sé... no sé cómo describirlo.

-Alto, ¿una garra de energía? Eso no es posible. Un humano promedio no puede utilizar garras de Chakra, hasta haber entrenado su cuerpo y espíritu lo suficiente como para tenerlo en sintonía. Y eso toma años. ¿Estás segura de que lo que me dices es sensato?

-¿No se supone que yo soy la escéptica de la familia, Domogawa-kun?

-Es que no puedo creer que ese niño haya acabado con 4 miembros de Las Sombras. Me es insólito.

-¿Te muestro lo que puede hacer? Si te muestro y te convences te encargarás de ayudarme.

-¿Qué harás?

-Mira esto –acto seguido le hace un corte profundo a Kimitachi en el brazo y este empieza a cerrarse.

-¡Impresionante! Deja que lo revise.

Domogawa era un catedrático de una escuela local. Sin embargo siempre fue atraído hacia lo que era el ocultismo. Las cosas paranormales eran lo que más llamaban su atención. Y un antiguo libro que una biblioteca había olvidado que existía fue su Santo Grial. En él se encontraban los detalles de aquello llamado "Chakra" y sobre las cosas que se podían hacer cuando se lo domina. Una cosa que captó su atención sobre el Chakra dentro de las personas era el "Modo Cazador" que constaba de la manifestación física del Chakra en los humanos. Dándole al portador, según sus sentimientos verdaderos, un poder especial. Particular de cada individuo.

-Dame espacio, hermana. Debo ver cuánto Chakra tiene el niño en su interior –mirando a Kimitachi utiliza su Chakra para liberar el del pequeño.

-Domo-kun, ¿Qué haces? ¿Por qué tus manos están azules?

-Es mi Chakra. Lo he liberado para poder tocar el del niño. Es la manera más sencilla de hacerlo, y también la más segura. Es menos probable que me intente matar así.

-¿Qué has podido ver en él?

-¡Es impresionante! ¡En su cuerpo el Chakra corre sin cesar! ¡Un Chakra muy fuerte está dentro de él!

De pronto empezó a emanar el Chakra de Kimitachi de su pequeño cuerpo, mostrándose inicialmente como una llama morada que lo recubría, repeliendo el Chakra de Domogawa. Esta llama se mantenía flamante alrededor de Kimitachi y absorbía la energía de Domogawa para acrecentarse cada momento más.

-¡Es un Chakra de doble-sentido! Absorbe el Chakra de su oponente y lo toma para sí haciéndose fuerte a medida que lucha –mira como el Chakra se vuelve azul– ¿eh? Esto no es normal. Absorbió mi Chakra y lo tomo para sí en forma de arma. Utiliza las armas de energía de su oponente en su contra, como un espejo. Refleja lo que su corazón siente.

-Cuando cambió hace un rato, sus ojos eran de ese color. Eran morados y muy brillantes.

-Eso se debe a que los ojos son las ventanas al alma y lo que sienta el alma, la mirada ha de expresarlo. En este caso, el color de los ojos se asemejó al del Chakra que corría por ellos en manifestación del mismo. En otras palabras, el color de sus ojos será el de su Chakra. Y una cosa más.

-¿Qué cosa?

-Si mis estudios son correctos, es P.M.C.

-¿Qué significa eso?

-Portador de Modo Cazador. Lo que quiere decir que tiene conexiones ancestrales. Esto le permite tener tanto poder. Y una característica más, es que pueden crear armaduras hechas con su propio Chakra, en momentos de necesidad. Pero es extraño verlo en un niño de tan corta edad. Aunque no es imposible, es la segunda vez que sé de un niño con esta característica.

-¿Segunda? ¿O sea que hay otros como él?

-En efecto. Una niña, según escuché, porta un Cazador de estilo Lince. Lo que significa que su Armadura de Chakra le brinda habilidades de velocidad y agilidad. No conozco el nombre de la niña, pero sé que pertenece a esta Aldea.

-¿Qué me aconsejas?

-Llévalo a la Academia. Allí estará a salvo y se hará fuerte, además, a partir de ahora yo estaré viniendo a diario para entrenarlo y enseñarle a liberar Chakra a voluntad, lo de manejarlo es cuenta suya. Pero debes tener fe en que será capaz de controlarlo. Dentro de este niño existe la cura a este retorcido conflicto entre las Aldeas. Él es quien detendrá lo que otros empezaron, si logra conocer a las personas correctas ha de ser muy importante para todas y cada una de las Aldeas. Y si se junta con la otra niña ha de ser aún mejor. ¡Al fin los ángeles vinieron a ayudarnos! Si estos dos niños tienen los Ángeles Blanco y Negro dentro de sí, es un hecho que la paz se podrá probar nuevamente.

-¿Por qué? –dice rompiendo a llorar.

-onee-chan, debes entender que yo no puedo controlar nada de esto. Estos niños, tu hijo y la otra joven, nacieron con el destino ya escrito. No importa lo que pase, ellos han nacido con el amor en sus corazones y el odio en sus miradas. Haz lo que te he aconsejado para que él reciba la crianza que recibimos tú y yo, matando por justicia y viviendo de manera injusta con la vida, tomando de la mano a la muerte, y abrazando desesperadamente la poca vida humana normal que le queda. Este niño será tratado como basura por sus características, pero resurgirá de entre sus cenizas como Ave Fénix para demostrar lo que en realidad importa. El corazón de oro que poseen.

Así Rinkaku hizo caso a su hermano e inscribió al niño en la Academia de su Aldea. Kimitachi fue ascendido a Rango C en un mes y medio y en cuatro a Rango B. Era el único niño de la división a la que pertenecía y esto irritaba al resto de sus compañeros de mucha más edad que él y que aún no lograron ascender al Rango B.

Por Amor al OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora