En la madrugada más fría de ese año, una suave respiración se escuchaba, una suave brisa que recorría la habitación acariciaba la piel desnuda de la silueta que pernotaba en sus aposentos mientras la luna se limitaba a mirarla fascinada. La joven chica se levantó de su cama aún algo dormida y divisó la luna en lo más alto del cielo. Su belleza era tal que hasta la hermosa doncella sentía envidia de su celeste silueta y astral brillo. Sus rojizos ojos no paraban de admirar su esplendor y su corazón latía fuerte y firme cuando de pronto una voz, tenue y susurrante, se liberó de sus labios, - "Sensei..."- alcanzó a decir.
A la siguiente mañana la chica se levantó con la imagen de su maestro amarrada a la sien y su recuerdo se hacía claro a medida que despertaba. En camino a la academia se detuvo frente a una panadería, mucha era su sorpresa al ver a mayor contrincante allí. Al frente suyo, estaba Kaoru, desayunando como de costumbre un panecillo de miel. Era cosa de voltear un par de grados y que se percatara de la presencia de la estudiante; mas no ocurrió así. Ese era el momento más sagrado del día para ella, cuando comía su panecillo de desayuno; ella esperaba ese día de la semana con ansias. Al mirar de nuevo, Natsume se halló de frente a su maestro quien se retiraba del lugar.
-Oh, Natsume-chan, buenos días.
-Buenos días, Sensei. ¿Cómo está?
-Hola, mocosa... -salía Kaoru de la panadería-
-Hola, señora Takada, ¿Ya su tomó su té de la mañana? ¿O la edad no la deja beber un rico té?
-Puedes reírte como quieras de que soy mayor que tú, pero, al menos yo puedo beber una cerveza o un trago si lo deseo, tú no. Enana, menor de edad.
Evidentemente, ambas sabían que la otra también estaba detrás de Akure y esto provocaba mucha tensión en el ambiente en que ambas estuviesen, era inevitable que ocurriera una discusión. Ya fuese que una olvidó sujetarse bien el cabello, o que no son lo suficientemente altas para abrazarlo o simplemente que la otra le estorbaba, todo eso les ocasionaba discusiones. Los celos hacían estragos entre ellas cada día; y, como de costumbre, Akure se hallaba en medio de ese problema a cada rato.
-No te entiendo, Na-chan, si ya sabes lo que sientes por el Sensei, ¿Por qué no le has sido sincera?
-Es que... tengo miedo...
-¿Miedo? Sé que él da tanto miedo como es de lindo pero no creo que te haya hecho algo como para que le temas.
-No le temo a él... es que... no quiero declararle lo que siento y que deje de hablarme o ya no me entrene o... -es interrumpida por el abrazo de su amiga-
-Ya, ya; calma, no es necesario que te alteres así. Él es un hombre extraño, aun así, no creo que haría algo así. Es como... como un gatito. ¡Sí, eso es, un gatito!
-¿un gato?
-Sí. Mira, los gatos aman que los acaricien pero son muy recelosos y no se dejan tocar con facilidad. Hay que tratarlos poco a poco, y aun así, siempre será difícil acercarse a ellos para acariciarlos.
-Él no es así. Es amable y siempre muy atento... es que... yo solo puedo ver su espalda al alejarse, intento acercarme a él pero no logro acercarme lo suficiente. Él es un sueño que nunca alcancé a soñar y que ahora que he logrado tenerlo cerca de mí, el miedo lo aleja poco a poco. Su sonrisa no tiene piedad, he sigo interprete de la condolencia que mi mente siente de mi corazón al no poder concebir la valía para hacerlo mío.
Sin consentirlo, Natsume sintió el tibio abrazo de su propio amor, floreciendo en la silueta de su recuerdo. El final de su oración no fue más que el inicio de una hecatombe dentro de su corazón pues Kaoru se hallaba detrás de la puerta del aula. Haciendo pausa desde el silencio de la niña y ahogando en un murmullo los gritos de tristeza y rabia que solo ella podía oír emanar del corazón de la niña; después de todo, nadie más que ella, hallándose en la misma situación, podía comprender el dolor de no tener derecho a acercarse al hombre que tanto amaba.
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Por Amor al Odio
RandomLa historia de un joven muchacho que desde su nacimiento fue bendecido por algo que él, al crecer odiaría mas que nada. Odiando lo que era él se aventuró en el camino al poder,perdiendo todo, encontrando algo que nunca pensó que existiría...