Era la noche de aniversario del primer mes de la muerte de Kyosuke y Akure entrenaba sin descanso dentro de las rejas que lo encerraban en su sala de entrenamientos. Kaoru le miraba en silencio desde el umbral de la puerta sin emitir sonido alguno. Como ahogándose en llanto seco y mudo. Akure golpeaba cada vez más fuerte su saco y poco a poco este se agrietaba al ser azotado por una fuerza tan grande. De pronto el sonido de un trueno rompió el silencio asustando a Kaoru, quien en un segundo saltó cerca de Akure, deteniendo el entrenamiento.
-¿Estás bien –interrogaba Akure-?
-S-sí, solo me asusté un poco... no es gran cosa.
-Deberías dejar de temerle a los truenos, a nuestra edad eso no tiene sentido –se empieza a quitar las vendas y su marca se ve-.
-¿Qué es eso en tu antebrazo?
-Un tatuaje. Pero no uno normal, el día de la muerte de Kyo comencé a sentir que me quemaban el brazo y al revisar vi que se estaba marcando esto. Es un recuerdo de mi hijo.
-Akure... -sus lagrimas empiezan a correr- es un hermoso recuerdo.
-Deja de llorar, o él se enojará.
-Sí, claro... -se oye una cadena arrastrándose- ¿qué fue eso?
-¿Qué cosa?
-¿No escuchaste la cadena?
-No le prestes atención, es solo la cadena de Kyo.
-¿Qué? Eso no es posible, una cadena no puede moverse por sí sola.
-Dile eso a él.
En el momento que Akure deja de hablar la oscura cadena perteneciente a su hijo se acerca por el aire y se enrosca en el brazo de Akure.
-¿Qué es eso? ¿Cómo es posible?
-Esta cadena contiene el alma de mi hijo. Se puede mover al alimentarse de mi Chakra. Usa una fracción de mi Chakra para poder exteriorizar el deseo del alma que contiene, dando como resultado el movimiento de la cadena. Es como... la voluntad de mi hijo hecha de metal. No puedo controlarla, así que suele estar moviéndose a su antojo.
-¿Eso tiene sentido para ti?
-No exactamente. Aun así, hay cosas en este mundo que jamás descubriremos. El hecho de que yo pueda encender fuego en mi propio cuerpo es más que suficiente prueba de ello. Además del hecho de que los Cazadores Espirituales que poseo son bastante raros y no hay registro de que alguien más los haya heredado juntos. Realmente no conozco los límites de mis capacidades desde que empecé a dominar este poder.
A la mañana siguiente el sol se incluye en el panorama y uno de sus rayos despierta a Akure, quien se levanta y aprecia a Kaoru dormida aún en un lado de su cama. Akure se dirigió al baño y entró a hacer su aseo personal. Al salir dejó el desayuno de Kaoru en la mesa y partió al Cuartel Principal. A su llegada las miradas de los presentes se posó él mientras que su imperturbable caminar se dirigió hacia la Sala de Reuniones a encontrarse con Neko.
-Amigo, ¿Cómo estás? –Pregunta sonriente Neko-¿Y Kay?
-Aún durmiendo viejo. Esa chica es como un oso, duerme demasiado.
-Déjala, ella es así desde que éramos niños. Por cierto, ¿Cómo se llevan desde que viven juntos?
-No hay diferencias, es algo básico. La única diferencia es que ahora tengo que intentar quitármela de encima al despertar. ¿Cómo pudiste dormir así antes de mi llegada?
-Ella era más pequeña así que casi no ocupaba espacio. Por cierto, hay unas misiones de Rango S disponibles, dales un vistazo. Yo iré a comprar un cigarrillo.
-Está bien. Adiós.
Akure tomó rumbo a la Sala de Estrategias y vio las misiones disponibles, procediendo a aceptar una de ellas. La misión era muy explícita, exterminar a 4 desertores de la Aldea que se hallaban escondidos en la Aldea de Las Sombras. No todos los peleadores eran capaces de entrar en esa Aldea como si nada y menos aún asesinar a nadie allí. Akure era un asesino Maestro de capacidad tal que matar era algo normal para él.
Armado con su espada y la cadena de su hijo salió de inmediato en su motocicleta en dirección al Bosque de la Muerte con intenciones claras: matar y lograr su objetivo. En menos de media hora había llegado al bosque y dejó su vehículo escondido. El resto del camino lo recorrió a pie hasta la entrada de la Aldea en donde, ocultándose en las sombras penetró la vigilancia como si nada y se dirigió directo a la torre del reloj, desde donde se veía completamente la Aldea. Ya divisado su primer objetivo, su silueta se desvaneció entre la multitud y dio persecución lenta y silenciosa, hasta que en un callejón, su cuchilla cortó el cuello del hombre, desapareciendo y uniéndose a la multitud nuevamente.
Una mujer que decía tener información se acercó a él y le invitó al burdel donde trabajaba, él accedió y entró fingiendo ser un cliente más.
-Soy tan provocativa como la misma luna, ¿no lo crees? –Decía la mujer para corroborar la identidad de Akure-
-Si fueses la luna, pues quiero estar dentro de ti, dando mordidas entre su astral silueta.
-Muy bien, dejémonos de cursilerías. El hombre que buscamos esta en este burdel, junto con un par de sus compañeros, todos nativos de tu Aldea. Se volvieron...
-Alto, aun no –coloca una grabación de audio con alto volumen que reproducía gemidos-. Ahora puedes hablar con libertad.
-Vaya que eres pervertido. En fin, es el proxeneta responsable de la zona completa, trae chicas de todas partes desde que llegó aquí.
-Excelente, ten tu paga –le da un sobre con dinero y una llave-. Esa es una de las llaves de mi casa, sal de aquí en las próximas 3 horas y ve al sitio indicado en el cielo del infierno y tendrás un lugar seguro donde llegar.
Akure fingió estar satisfecho sexualmente al salir y se volvió a colocar la máscara y capucha para luego ir directo al sótano del edificio, donde halló a 12 hombres armados, aguardándolo.
-¿tardé en llegar?
-Tardaste menos de lo que esperé pero aún así debo matarte, entrometido.
De pronto volaron balas y se cruzaron espadas entre la carne de los presentes. Minutos después, Akure abandonaba el lugar ensangrentado. A su escape, la mujer que sirvió de informante se encontró con él y escaparon a la Aldea juntos. Al llegar, Kaoru les recibió y ellos se limpiaron. La chica se duchó luego de Akure y él preparó el reporte mientras que Kaoru preparaba la comida y el sol sonreía al atardecer y las montañas escribían el silencio de los muertos.
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Por Amor al Odio
RandomLa historia de un joven muchacho que desde su nacimiento fue bendecido por algo que él, al crecer odiaría mas que nada. Odiando lo que era él se aventuró en el camino al poder,perdiendo todo, encontrando algo que nunca pensó que existiría...