Capítulo 5: "Nuevo Comienzo".

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Al despertar, Kimitachi se encontraba en una cama en una clínica, con su madre frente a él cuidándole. Rinkaku se había uniformado como enfermera para poder cuidar a su hijo por última vez antes de que él tomara su camino.

-Al fin despiertas, niño. ¿Cómo te sientes?

-No me siento del todo bien. ¿Quién es usted y donde me encuentro?

-Estás en la enfermería de la Aldea de los 7 Asesinos, te encontraron inconsciente en un bosque y te trajeron aquí.

-¿Quién me trajo?

-E-esa fui... yo –dice Notaru entrando a la habitación muy nerviosa.

-¿Quién eres tú? –interroga muy confundido Kimitachi.

-Notaru Hokami. Es un placer. Me alegro de que estés bien. ¿Cómo te llamas?

-Yo me llamo... eh... yo n-n-no lo sé. Lo lamento –baja la cara.

-Tu nombre es K... Akure Hoshitake –responde su madre con un nudo en la garganta.

-¿Sabes dónde vives? Dame información sobre ti.

-No puedo –baja la cara y solloza-, no puedo recordar nada. Está en blanco, ¡no recuerdo en absoluto nada!

-Está bien. Yo me encargaré de todo –dice Notaru con una sonrisa en su rostro-; somos mejores amigos. Nos conocemos hace mucho tiempo. Sé dónde vives, te llevaré cuando te den el alta.

-De hecho ya se puede ir. Tus cosas están en ese armario. Hasta pronto, adiós.

Rinkaku salió de la habitación junto con Notaru para que el chico se vistiera. Y, al cabo de 20 minutos regresó solamente Notaru, a buscar al chico para llevarlo a "su casa". Su madre había preparado una ropa que, a su parecer, era apropiada para el nuevo estilo de vida del chico. Un suéter negro con un mono azul oscuro y botas. Al entrar, Notaru lo miró de pies a cabeza y se sorprendió de verle vestido así. Luego se fueron a la casa a pie, en el bosque.

-Sí que mi casa queda lejos.

-No en realidad. Pero como estamos en el bosque el camino es algo difícil de transitar.

-Pude darme cuenta de eso.

Al fin llegaron a la casa y entraron a recorrerla un poco. Era una cabaña en la cual le dijeron a Kimitachi que vivía.

-Hemos llegado, Akure. Esta es tu casa –decía abriendo la puerta y entrando acompañada de Akure, o Kimi que es igual.

-¿Hola? ¿Hay alguien?

-¿A quién llamas?

-A mi padre o a mi madre.

-Akure, tus padres están muertos. Eres huérfano. Murieron cuando eras un bebé. Yo he estado viniendo muy seguido a verte para que no te falte nada, de una u otra, soy mujer y cocinar es algo que se me da muy bien y puedo enseñarte.

-No me gusta ver a las mujeres como sirvientas. Así que te agradezco que me enseñes, así me volveré independiente. Es hora de igual forma.

-Es una manera peculiar de pensar pero no me molesta. Te enseñaré.

Así pasaron los días y mientras Akure se acostumbrara a vivir solo, Notaru le enseñó lo más básico, dejando que él se encargara del resto. Por su parte, Rinkaku regresó a su Aldea y recibía informes paulatinos de parte de Notaru con información del progreso de Kimi con su nueva vida.

-Domo-kun, hermano, todo ha salido como lo planeaste. No recuerda nada de todo esto. Es un hombre distinto. Aún no lo ha hecho sonreír pero lo logrará. Es un chico único. Ojala pudiera estar con él.

-Hermana, es un gusto que haya salido bien. Pero no te preocupes. Esto mejorará cada día. Será independiente y tendrá una vida normal, tal y como queríamos desde el inicio para el muchacho.

Por Amor al OdioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora