CAPÍTULO 4

3.5K 271 16
                                    

Los personajes de INUYASHA no me pertenecen sino a RUMIKO TAKAHASHI
Esta obra pertenece a KIM LAWRENCE, ha sido adaptada y modificada por mí
_______________________________________________________
Los personajes utilizados pueden contener Ooc.
Los personajes son todos humanos, la trama se ubica en un universo alternativo.
_______________________________________________________
Capítulo 4

Kagome POV
«No estoy pensando en él, pero debería». Kagome retiró la mano de golpe. El comentario no sólo estropeó el momento, sino que le echó un jarro de agua fría que terminó con él definitivamente. Lo cual era mucho mejor, se dijo. Aunque su matrimonio fuera una auténtica farsa, ella seguía estando casada y las repetidas infidelidades de su marido no le permitían comportarse de la misma manera.

No supo cómo, pero parecía que Sesshomaru sabía desde el principio que era una mujer casada, y el hecho de que no pareciera importarle en absoluto la hizo sentir asco.

Claro que ella no estaba en disposición de reprochárselo. No podía decirse precisamente que hubiera salido huyendo de él.

     -No deberías sentirte mal.
¿Mal? Debería sentirse hundida. Aunque era evidente que él tampoco era un hombre de principios.

     -No espero que lo entiendas —logró decir ella con desdén.
¿O había intentado seducirla precisamente porque estaba casada? Kagome sabía que algunos hombres buscaban precisamente a mujeres casadas porque no querían establecer relaciones serias.

     -Lo entiendo, y lo que sientes es natural —la tranquilizó él.
La compasión en su tono de voz aumentó la ira de Kagome.

     -Esto lo haces a menudo, ¿verdad? —dijo y volvió la cabeza.

Asimismo, cuando sintió la mano que él le puso nuevamente en el brazo, ella la apartó.

     -Creo que lo estoy haciendo muy mal —lo oyó comentar.

Kagome levantó la barbilla.

     -Siento que las cosas no hayan salido como tenías planeado.

Sesshomaru estudió el rostro femenino durante unos momentos antes de continuar.

     -Es natural sentir cierto grado de remordimientos, sentir como si estuvieras siendo infiel al recuerdo de tu marido...

Kagome lo miraba con incredulidad. Aquel hombre no tenía ni una pizca de sensibilidad.

     -Respeto lo que sientes, de verdad —insistió el hombre. En una época en la que se da tan poco valor a los votos matrimoniales, tu devoción es admirable.

Fue cuando Kagome empezó a entender sus palabras y llegó a la más disparatada de las conclusiones: Sesshomaru tenía la extraña idea de que era viuda.

     -Pero tú estás viva, querida, y eres una mujer hermosa y apasionada, con toda la vida por delante Sesshomaru le enmarcó la cara con las manos.— Estoy seguro de que a tu marido le habría gustado verte feliz. Y aunque ahora no me creas, también sé que algún día volverás a enamorarte. Y hasta entonces...

«¿Hasta entonces?»

Sesshomaru dejó caer las manos a los lados.

De Otro HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora