CAPÍTULO 14

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Los personajes de INUYASHA no me pertenecen sino a RUMIKO TAKAHASHI
Esta obra pertenece a KIM LAWRENCE, ha sido adaptada y modificada por mí.
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Los personajes utilizados pueden contener Ooc.
Los personajes son todos humanos, la trama se ubica en un universo alternativo.
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Capítulo 14

Kagome POV
Sorprendida, Kagome giró sobre sus talones y se dio contra el ancho pecho masculino.

-No me riñas. Ya sé que escuchar detrás de las puertas no es de buena educación —dijo con una sonrisa, mirándola a los ojos.

-Se... Sesshomaru —balbuceó ella.

Y antes de que pudiera decir otra palabra más, él le tomó la boca con la suya. ¡Y de qué manera!

Cuando levantó la cabeza, Kagome jadeaba como si acabara de correr un maratón.

Si Koga no había entendido el significado de las palabras de Sesshomaru, después de aquel beso iba a ser imposible presentarlo como un conocido sin más. Aunque Kagome tenía que reconocer que el beso no se habría alargado tanto si ella no hubiera entreabierto los labios por propia voluntad.

Tuvo que hacer un esfuerzo para ordenar sus pensamientos y obligarse a respirar regularmente. Aclarándose la garganta, retiró las manos de la pechera de la camisa masculina.

-¿Cuánto rato has estado...? —susurró con voz áspera al hombre que todavía le estaba sujetando la cara con las dos manos.

Si Koga no hubiera estado mirando, se habría apartado.

Todavía sin entender por qué Sesshomaru quería que Koga supiera que él había sido el padre de su hijo, que había sido su amante, lo miró.

Los ojos dorados se arrugaron y las facciones masculinas se relajaron en una lánguida sonrisa que le hizo dar un vuelco al corazón.

-Lo bastante para saber que por fin conozco a tu ex marido —dijo dejando caer las manos a los lados y levantando la cabeza para someter al hombre de menor estatura a un crítico escrutinio antes de tenderle la mano formalmente.

Si Koga hubiera advertido la agresiva animadversión hacia él que Sesshomaru estaba reprimiendo a duras penas, quizá habría tardado más en tomar la mano que le ofrecía. Pero lo que sí advirtió, y lo que despertó en él unos intensos celos, fue el atractivo viril del amante de Kagome, la carísima ropa que llevaba, el aplomo y la seguridad en sí mismo que rezumaba por todos los poros y el total control que tenía de la situación.

Koga, que mantenía la ridícula presunción de los Wolf's los cuales se creían el centro del universo, se recordó que aquel hombre no era inglés y con una caritativa sonrisa observó:

-Usted es extranjero.

Sesshomaru, que ya no vio ningún motivo para disimular su animadversión, respondió:

-Tiene razón. No soy inglés, soy...

Un débil y desesperado «Dios mío» escapó de los labios de Kagome al oír la peculiar forma de presentarse a sí mismo.

-Sesshomaru Taisho, el español/japonés que le robó a su mujer.

Y Kagome pensó que la astuta sonrisa en sus labios desafiaba a Koga con mucho más elocuencia que sus palabras.

De repente Koga puso cara de desear estar en cualquier otro sitio excepto allí, y Kagome no se lo reprochó.

Kagome cerró los dedos sobre el antebrazo de Sesshomaru para atraer su atención, y lo hizo. La cabeza del hombre se giró hacia ella y parte de la hostilidad se desvaneció de sus acciones cuando sus miradas se encontraron.

De Otro HombreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora