Los personajes de INUYASHA no me pertenecen sino a RUMIKO TAKAHASHI
Esta obra pertenece a KIM LAWRENCE, ha sido adaptada y modificada por mí.
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Los personajes utilizados pueden contener Ooc.
Los personajes son todos humanos, la trama se ubica en un universo alternativo.
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Capítulo 16Kagome POV
Kagome intentó separarse de Sesshomaru al llegar a su coche.-Tengo que ir a casa.
Sesshomaru la miró impaciente.
-Vamos a casa.
-A mi casa —insistió ella.
-Sube al coche, Kagome. Tenemos que hablar.
-Ya hemos hablado, Sesshomaru. Estoy cansada de hablar —sacudió la cabeza con tristeza.— La verdad es que hablar no cambiará nada. Te lo diré con todas las letras: no necesito que me salves. Sientes remordimientos, eres uno de los buenos. Lo entiendo. Entiendo que erigirte en mi protector te tranquiliza y te hace sentir mejor, pero francamente, estar contigo me recuerda cosas que prefiero olvidar.
La cabeza de Sesshomaru se echó hacia atrás como si le hubiera asestado una bofetada, y en su expresión había incredulidad.
-Cuando me miras piensas en la pérdida del niño —dijo él mirándola a los ojos.— Esbozó una sonrisa tan triste que a Kagome se le partió el corazón.— Debo reconocer que no lo había pensado.
«Ni yo, hasta hace diez minutos», pensó ella, rota por dentro. Se metió las manos en los bolsillos para no alargarlas hacia él y consolarlo. «Esto es lo mejor», se dijo, « y a la larga lo menos doloroso. Los remordimientos no son una buena base para una relación, y aunque no ha llegado a eso, estoy segura de que es eso lo que va a sugerir».
Y ella no tendría fuerzas para rechazarlo.
-Sube el coche y te llevaré a casa —repitió él.
-¿A Devon? —preguntó ella.
-Por supuesto —dijo él.— ¿Dónde está Devon? Creía que ahora estabas viviendo con Sango.
Kagome negó con la cabeza.
-Qué tontería. No merece la pena. Puedo ir en tren.
-He conducido en varios continentes —dijo él.— Creo que sabré llegar a Devon. Sube, Kagome —dijo él abriendo la puerta del coche.
Fue el preocupante y evidente indicio de agotamiento en su voz lo que hizo a Kagome tirar la toalla.
-Gracias.
En silencio y bajo una deprimente lluvia gris salieron de la ciudad. Cuando llegaron a la autopista, la visibilidad era prácticamente inexistente y la densidad del tráfico aumentaba por kilómetro. Treinta kilómetros más adelante el tráfico se detuvo por completo.
-¿Un accidente? —sugirió ella después de apenas avanzar unos metros en media hora.
-Probablemente.
Kagome se apartó el pelo de la cara y bajó la ventanilla. El humo de los coches y las gotas de lluvia se colaron al interior. Sacó un mapa de la guantera.
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De Otro Hombre
RomantizmSesshomaru Taisho era fuerte, orgulloso y apasionado, todo lo que no era el canalla con el que Kagome había estado casada. Y fue en sus brazos donde descubrió que no era la mujer fría que creía ser. Pero un descubrimiento sorprendente hizo que Sessh...