It's not the end of the world. [En Transmisión]

23

—Vaya, qué hermoso es ver el amanecer en la playa —murmuró Victoria a HeeChul, abrazándose a sí misma para conseguir algo de calor, la mañana había amanecido fría—. Tienen tanta suerte de poder contemplarlo con sus parejas —hizo un puchero, viendo a MinSeok y LuHan que miraban hacía el agua y como el sol parecía salir de esta. Luego posó su vista en JongIn y KyungSoo y suspiró apartando la vista.

—No seas berrinchuda, JongIn no es el único hombre en el mundo —le animó HeeChul con una sonrisa. Esa noche había descansado y, aunque su corazón aun sentía la ausencia de su amigo, poco a poco entendía que las cosas no se iban a detener por eso y debía seguir adelante.

—Ya lo sé. Es sólo que estuve muy ilusionada con él, cuando empezamos a salir pensé que sería cuestión de tiempo para casarnos y empezar con una familia, pero nada de eso sucedió —recargó su barbilla en sus brazos cruzados y haciendo un puchero.

—Victoria, eres una mujer hermosa y no solo yo lo noto —con la mirada le indicó hacía una dirección en particular, donde la chica volteó, encontrándose con la mirada de ZhouMi. Ambos se sonrojaron y el chico apartó la vista de inmediato, yéndose de ahí, abochornado de haber sido descubierto—. ZhouMi es muy guapo.

Victoria regresó su vista hacia HeeChul, mordiéndose los labios.

—Supongo —se encogió de hombros—. Aunque también cabe la posibilidad de que al que estuviera mirando eras tú.

HeeChul bufó.

—Lo dudo mucho, mi radar no me indica nada.

—¿Radar? —frunció el ceño la chica.

—Radar gay —bromeó HeeChul—. Es fácil percibirlos, y vamos, es obvio que te miraba a ti, no por nada huyó cuando volteaste a verlo.

—Quizá... hable con él —sonrió la chica, acomodándose un mechón de pelo.

• • •

JongHyun bostezó sin poder evitarlo, tomó un largo tragó de agua y continuó prestando atención a la carretera. Habían salido desde muy temprano, cuando el sol estaba saliendo, pero su cuerpo se seguía sintiendo pesado por haber estado jugueteando en la playa con su novio y el pequeño Mark. Definitivamente adoraba a los niños.

Sonrió al recordar las carcajadas de su novio y suspiró cuando recuerdos de la noche le llegaron a su mente, su Bummie era tan apasionado. Sin embargo, no era momento para estar pensando en aquello, no a menos que quisiera una erección.

Siguió conduciendo, esquivando a dos de esas criaturas.

Estuvo manejando otro buen rato, manteniendo sus ojos abiertos, sin embargo, lo que le hizo despertar abruptamente fue cuando el autobús empezó a fallar, perdió el control sobre el vehículo y por milagro no se estrelló porque no había ni arboles ni postes y únicamente terminó frenando y derrapándose en el asfalto hasta llegar al poco pasto que había a sus al rededores.

—¿Qué diablos, JongHyun? —gritaron cuando todo se quedó inmóvil.

—Lo... lo siento, no sé qué pasó —miró hacía en frente y vio el capo del bus echando humo—. Creo que el motor falló —anunció nervioso. Intentando arrancar nuevamente, pero no había respuesta y dejó de intentarlo cuando algo trono.