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Verdaderamente, parecía que llegaba la primavera. Era un mediodía envuelto en una luz templada. Un vientecillo acabado de nacer me acariciaba la cara y me sentía muy bien. También los árboles de la calle empezaban a tener hojas de un infantil y tenue color verde. El cielo azul pálido, ligeramente brumoso, se extendía hasta mucho más allá de la ciudad.

Ante este frescor, no podía evitar sentir que mi interior estaba seco. El paisaje primaveral no podía penetrar de ninguna forma en mi corazón. Sólo se reflejaba en la superficie como una pompa de jabón. Todo el mundo iba entrecruzándose, feliz, con la luz en el cabello. Todo respiraba, y el resplandor crecía protegido por la dulce luz del sol. En aquella escena hermosa y rebosante de vida, mi corazón añoraba el cauce del río del alba y la ciudad muerta en invierno. Y entonces pensé que me gustaría desaparecer.

Yoongi estaba de pie, erguido, con una hilera de termos a sus espaldas. Llevaba un jersey azul  y, ahora, entre la multitud, parecía tener mi edad.

—Hola —dije al acercarme.

— Vaya, ¿estás resfriado? —dijo él abriendo los ojos—. Lo siento. No lo sabía cuando te he llamado.

—Tengo aspecto de resfriado, ¿no? —sonreí.

—Sí, estás muy rojo. Bueno, elige rápido. El que más te guste —dijo mirando los termos de frente—. Claro, por supuesto te gustará éste. ¿O es mejor uno ligero, para llevarlo cuando corras? Éste parece igual al que se cayó. Ah, si es por el diseño, podemos ir a la sección de objetos de China y lo compramos allí.

Hablaba con mucha pasión y me puse tan contento que incluso yo mismo noté cómo me ruborizaba.

—Pues... este blanco.

Señalé un termo pequeño y blanco que brillaba lanzando destellos.

—Sí, el cliente tiene buen gusto.

Y, diciendo esto, me lo compró.

Mientras tomábamos té inglés en una pequeña cafetería que estaba en la terraza, cerca de allí, dijo:

—También te he traído esto. —Y sacó un pequeño envoltorio del bolsillo de su gabardina. Fue sacando muchos, muchos paquetes, yo me quedé extrañado—. Una persona que tiene una tienda de té me los ha dado. Hay varias clases de té de hierbas, de té inglés y té chino. En cada envoltorio pone su nombre. Ponlos a tu gusto en el termo.

—Muchísimas gracias —dije yo.

—De nada, por mi culpa se te cayó al río un termo que te gustaba mucho.

Yoongi sonrió.

Era una tarde muy despejada. La luz iluminaba vivamente la ciudad, casi de una manera melancólica. Las nubes se movían despacio, dividiendo la ciudad entre la luz y la sombra. La tarde parecía sosegada. El clima era tan suave que casi se podría pensar que los únicos problemas que existían eran mi nariz congestionada y que no sabía qué estaba bebiendo.

Moonlight Shadow » NamJinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora