—Lo he visto —dijo Tae.
Me lo dijo cuando fui a visitarlo a mi antigua escuela, a la hora del descanso del mediodía, para darle, con algún retraso, el regalo de su cumpleaños. Vino corriendo hacia mí, que lo esperaba mirando a los alumnos que corrían por el campo de deporte, y me sorprendió ver que no llevaba el abrigo de leopardo. Lo dijo nada más sentarse a mi lado.
—¿Qué? —dije.
—A Jungkook —dijo.
Me dio un vuelco el corazón. Los alumnos con ropa de deporte pasaron de nuevo delante de nosotros, levantando una nube de polvo.
—Fue anteayer por la mañana —siguió—. Tal vez fue un sueño. Estaba medio dormido y, de repente, se abrió la puerta y entró Jungkook. Entró con tanta naturalidad que olvidé que estaba muerto. Yo dije: «¿Kook?». Él dijo: «Chsss...», posando el dedo índice sobre sus labios, y sonrió... A lo mejor era un sueño. Luego, abrió el armario de mi habitación, sacó cuidadosamente el vestido abrigo y se fue, llevándoselo entre los brazos. Me dijo: «Adiós» con una sonrisa, agitando la mano. Yo no sabía qué hacer y volví a dormirme. ¿Habrá sido un sueño? Pero el abrigo, por la mañana, ya no estaba allí. Lo he buscado por todas partes.
Lloré sin darme cuenta.
—Ya... —dije.
Es probable que la orilla del río no fuera el único lugar donde había sucedido aquello. Pero ya no había manera de saberlo, porque Yoongi ya no estaba allí. Sin embargo, él estaba tan tranquilo como si no le hubiese ocurrido nada. Pensé: «Puede que sea una persona extraordinaria. Quizás atrajo hacia sí aquel fenómeno que sólo sucedía en el río».
—¿Estaré loco? —dijo Tae bromeando.
En la tarde de primavera bañada por los débiles rayos de sol, llegaba desde la escuela el murmullo del descanso del mediodía. Mientras le daba el disco de regalo, le dije riendo:
—En este caso, te recomiendo hacer caminatas.
Tae también se rió. Reímos y reímos dentro de la luz.
Quiero ser feliz. Me cautiva más un puñado de oro en polvo que el esfuerzo de seguir excavando en el río durante largo tiempo. Y pienso que estaría bien que las personas a las que amo fueran más felices de lo que son ahora.
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Moonlight Shadow » NamJin
RastgeleNamJoon ha perdido a SeokJin en un accidente de coche. La pérdida del primer amor de una forma tan brusca lo lleva a un estado de melancolía, tristeza y soledad que la impide seguir con su vida. Solo con el apoyo del hermano de SeokJin y de YoonGi...