17 días en Europa. || Eunhyuk.

[7] Primera fila en el espectáculo.

Después de estar en Zúrich, fuimos a Venecia. No podía creer lo lindo que era Europa, ya llevábamos 10 días aquí y no quería que se acabaran, porque ya sabía lo que pasaría al volver a Seúl. Mi separación con Sooyeon, que arranqué para que no me vieran mal y todos esos escándalos que a la gente le gusta.

Iba caminando para encontrarme con el grupo, había comprado un cargador de celular porque el mío se perdió en algún lugar. Me acerqué a Mi Ram que se veía molesta.

— ¿Dónde está Emma y tú esposo?

— Sacándose fotos con unas modelos por allá. — apunta hacía el grupo que hay y Hyo seop con Emma se ven bastante felices.

— ¿Por qué no fuiste? — ella me miró fijamente y me arrepentí inmediatamente de hacer esa pregunta. — No me digas nada, yo lo iré a sacar de ahí.

Caminé y los tomé a los dos del brazo.

— Vamos, si no quieren problemas. — les digo y Hyoseop suspira. — Creo que uno ya los tiene.

— ¿Compraste el cargador? – me pregunta Emma y asentí.

— Sí y audífonos, no los encontré.

— Te dije que yo los tengo. — me golpea el brazo y caminamos.

Después de dar un paseo en góndola fuimos a la basílica de San Antonio. Con Emma estábamos sentados y vemos al infiel con su amante número dos. Justo venía la señora Hye Rim y los vio, pero se hizo la loca. Con Emma estábamos con la boca abierta, ella rápidamente fue a buscar a Mi Ram con Hyoseop.

Estábamos adentro de la iglesia, en primera fila viendo el espectáculo.

— Cariño te andaba buscando, señora Choi. — se saludan amablemente y él ni siquiera se puso nervioso. — Quiero ir a renovar nuestros votos ante Dios.

— ¿Son católicos? — pregunta la segunda amante y Emma me apretaba la mano, mientras golpeaba la pierna de Miram. — ¿Todavía estás enferma querida?

— Sí, me queda poco tiempo de vida.

— Esto está peor que una comedia venezolana. — susurra Emma y la miramos sin entender, ella le resta importancia y seguimos mirando.

— Vamos cariño, nos vemos. — Hye Rim toma la mano de su esposo y los saca de ahí.

Disimuladamente les seguimos para escuchar su dialogo, pero en ningún momento ella mencionó que los vio. Él se dio cuenta que les seguíamos así que Mi Ram nos miró.

— ¿Un lugar así buscan para casarse?

— Sí, me gustaría encontrar algo así en Corea. – Emma les sigue el juego y ellos pasan por nuestro lado, nos sonríen y seguimos caminando. — ¿Se habrá dado cuenta que lo pillamos?

— No creo. — dice Hyoseop. — Pero tendremos que seguirlo con cuidado.

— Yo creo que ella sabe y está planeando algo. — les digo y ellos se largan a reír. — No se rían, podemos apostar si quieren.

Salimos de la basílica y nos fuimos al bus, porque nos iríamos a Florencia. Nos sentamos de los últimos y escribimos nuestras apuestas, estaba 100% seguro que ella sabía y estaba planeando algo.

El viaje fue agotador, yo solo quería dormir en una cama.

Desperté porque Hye Mi nos dijo que habíamos llegado, nos fuimos directamente al hotel y yo no tenía hambre, sino que solo quería dormir.

— Vamos a comer, no puedes acostarte así. — me reclama Emma, pero negué.

— Estoy muy cansado, solo quiero dormir y me duele la cabeza.