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Ha pasado un mes desde que Karlie y Taylor hablaban, para Taylor era complicado entenderla, a veces llegaba siendo más agresiva de lo normal con las personas, con ella, otras estaba triste, tenía cambios de humor impresionante, no podía creer que ...

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Ha pasado un mes desde que Karlie y Taylor hablaban, para Taylor era complicado entenderla, a veces llegaba siendo más agresiva de lo normal con las personas, con ella, otras estaba triste, tenía cambios de humor impresionante, no podía creer que pasara algo así, pero aunque la mayoría del tiempo cambiara su humor, siempre estaba triste. Quería ayudar, pero no sabía como, que hacer.

—¿Estás bien?—preguntó Taylor

Karlie la miró y frunció el ceño

—Lo estoy, ¿Por qué lo preguntas?—metió una uva a su boca

—Bueno, hablamos y supongo que somos amigas, quiero ser sincera contigo—suspiró—He notado que tienes ciertos cambios de humor, ¿Segura que estás bien? Porque si no es así yo puedo...

—¡¿Por qué no te metes en tus propios asuntos?!—dijo exaltada, se puso de pie—No eres mi amiga ¿Bien?, no tienes porque preocuparte o esas mierdas, no eres nada mío

Agarró su mochila del suelo y se fue, las personas que estaban en el patio miraron a Taylor, algunas la vieron con lástima y otras solo rieron, ella hizo lo mismo, guardó su comida en su mochila y se fue, sintió pequeñas lágrimas salir de sus ojos, tal vez sea algo ridículo llorar por algo así, pero ella era muy sensible y más si la persona que quiere le hace daño, corrió hacia los baños. Ella sólo quería ayudar, no le gustaba verla constantemente triste, no era normal que al día siguiente llegara enojada y más tarde estuviera triste o decaída, se preocupaba por ella, pero creo que ya no debía.

—No puedes ser débil, no siempre—susurró

Salió del cubículo del baño, se miró al espejo, arregló su cabello, sus gafas y se dirigió a su siguiente clase.

×××

Los días para Karlie no siempre eran buenos, cada mañana al despertar no sabía si tendría un mínima pizca de felicidad o por lo menos una fantasía sobre ello, no le gustaba la escuela, pero era mejor que estar en casa. Al salir de la escuela fue al parque que estaba cerca de su casa, se sentó en uno de los columpios y sus ojos se aguaron, miró al cielo y suspiró evitando que las lágrimas cayeran en sus mejillas. Había tenido otra discusión con sus padres, estos eran constantes y su hermano no ayudaba en nada, se limpió las lágrimas y miró al suelo, sintió poca luz, alzó la vista y rodó los ojos.

—¿Qué quieres Samantha?

La chica tomó asiento a su lado.

—¿Volvió a ocurrir?—preguntó

Karlie la miró pero no dijo nada, eso fue suficiente para que Samantha se acercara a ella.

Blue ➳ kaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora