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Karlie llegó a casa después de un día largo en la escuela, pues tuvo detención, se quedó a cubrir las horas y hacer la tarea atrasada. Se encontró con sus papás en la sala de estar saludó a ambos, como siempre solo su mamá le respondió y sin ganas, suspiró y se fue a su habitación, dejó su mochila encima de la cama, sacó de su armario una pequeña tela que tenía el mapa de todos los países del mundo, la colgó en la pared y se sentó frente a ella.

—Algún día—dijo sonriendo

Escuchó la puerta de abajo abrir y luego cerrar, se asomó del pasillo, logró ver como Keder su hermano mayor llegó saludando a sus padres, ambos lo recibieron con una gran sonrisa mientras le preguntaban como le había ido en su día, Karlie sólo ba...

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Escuchó la puerta de abajo abrir y luego cerrar, se asomó del pasillo, logró ver como Keder su hermano mayor llegó saludando a sus padres, ambos lo recibieron con una gran sonrisa mientras le preguntaban como le había ido en su día, Karlie sólo bajo la mirada y regresó a su habitación, volvió a sentarse frente a aquel mapa y suspiró, tenía tantas ganas de alejarse, dejar su casa y estar lejos de su familia, estar lejos de cualquier conocido, comenzar de nuevo, conocer gente nueva, hacer todo lo que siempre había soñado, a veces veía lejos el poder cumplirlo.

Se puso de pie y buscó algo de ropa limpia y se metió a la ducha. Minutos después sintió unas inmensas ganas de llorar, se abrazó a si misma y sonrió con pena, se daba lástima.

—No necesito de nadie para ser feliz, no los necesito—cerró la llave y comenzó a vestirse para bajar a cenar.

Cuando bajó sus padres estaban preparando todo para irse a dormir.

—¿Por qué no me avisaron que cenarían antes?—abrió el refrigerador y sacó los ingredientes necesarios para hacer un sándwich, no tenía tanta hambre

—Creímos que estabas dormida—respondió su padre

—¿Dónde estabas hoy? ¿Por qué llegaste tarde?—dijo esta vez su mamá

Vaya, al fin se preocupa, pensó.

—Estaba en detención

—Estás castigada—dijo su mamá

Ambos se fueron, dejándola sola en la cocina, Karlie bajó la mirada y frunció el ceño, ya no le importaba.

....

Taylor caminaba por los pasillos de la escuela, se le había hecho tarde para su clase de Historia y quería hacer el intento de llegar, cerca de los baños escuchó ruidos, se acercó y se llevó una mano a la boca de la sorpresa, Karlie Kloss se estaba peleando con otra chica, se dio cuenta que tenía la ceja partida y miraba con furia a Rachel quien solo la miraba burlona, habían varios chicos observando la escena.

—¿Qué vas a hacer ahora Kloss? ¿Ir con tu mami a llorar?—rió—Cierto, ella ni los buenos días te da

La mayoría de los chicos que estaban ahí comenzaron a reír ocasionando que Karlie se abalanzara encima de ella.

¿Dónde está la autoridad cuando se necesita?, pensó Taylor.

—¡Richards está cerca!—alguien gritó

Todos salieron corriendo incluyendo Karlie, amigas de Rachel la ayudaron a levantarse, Taylor corrió siguiendo a Karlie.

Logró divisarla en las gradas tratando de curar las heridas de sus nudillos, sintió la necesidad de acercase y preguntarle si podía ayudarla en algo, dio un paso y se tropezó con su zapato haciéndola caer, Karlie se dio la vuelta y rodó los ojos, no quería que nadie la molestara.

—Vete—dijo mojando un poco de algodón en alcohol

Taylor se puso de pie acomodando su ropa, sintió vergüenza, así que se dio la vuelta dispuesta a irse.

—¿Tú llamaste a Richards?—preguntó Karlie sin mirarla

—N-no, yo apenas te v-vi...

—Estabas viendo todo, no nací ayer—interrumpió Karlie

—Lo siento, aunque yo no lo llamé—comenzó a jugar con el dobladillo de su falda

—Tu falda es fea—dijo Karlie haciendo una mueca de dolor, ahora pasaba el algodón en su ceja rota—¿Puedes dejarme sola?, no necesito de tu compañía

Taylor bajó la mirada y asintió, se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su casillero, sintió tristeza por las duras palabras de Karlie, ¿Qué tenía en su contra?.

—Hey Taylor, linda falda, definitivamente el azul es tu color—dijo Francis una de sus compañeras en la clase de ciencias

Ella la miró sorprendida y sonrió.

—¿De verdad lo crees?—la chica asintió—Muchas gracias

¿Por qué a Karlie no le gustaba nada de lo que ella hacía?

Abrió su casillero y una margarita azul cayó al suelo junto con un pequeño sobre.

Buen día.

¿Me crees si te digo que eres la única persona que me hace sonreír?

E.

Blue ➳ kaylorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora