Nate Maloley | No todos son iguales (Part. 1)

2.4K 43 0
                                    

Odiaba el olor de este lugar, odiaba más aún el hecho de tener que venir a buscar al tarado de mi hermano. No logró entender como es que dejan entrar a menores de edad, maldito Hayes, más aún maldito Nash por mandarme a buscarlo.

Una hora, sesenta minutos desperdiciados de mi vida, viendo como parejas se devoran y fajan, adolecentes embriagandose, era asqueroso, cada paso que daba tropesaba con las bebidas regadas por el lugar y no, Benjamin Hayes Grier no se aparecía por ningún lado.

El aire comenzaba a faltarme, no podía tener otro maldito ataque, aquí no, al menos no buscando a mi hermano.

Todo se reducía, la dificultad para respirar era excesiva, necesitaba salir de aquí, por lo menos tenía que encontrar mi jodido inhalador, ¿ataques de pánico?, ¿asma? Si mi vida era un caso total.

-¿Te encuentras bien?- un Moreno bastante apuesto y drogrado se acercó para intentar ayudarme o burlarse como algunos solían hacerlo. De todas las personas que me pueden salvar en un club un maldito drogadicto tenía que venir, debe ser un chiste, un jodido mal chiste.

-No, claro que no puedes- intente capturar la mayor cantidad de aire posible en mis pulmones,  si no encontraba a mi hermano pronto acabaría haciendo el ridículo frente a muchas personas.

-Yo diría que si, no te encuentras bien. ¿Has venido con alguien?- no podía contestar definitivamente estaba perdida.

-Maldita sea Renata- mi patético hermano se había dignado a aparecer- vamos Nathan ayúdame quieres.

Las cosas comenzaron a tener un mejor aspecto cuando salimos de ahí, el aire regresaba y deje de sentirme pequeña ante las personas que me rodeaban.  Esto me pasaba muy seguido, estar en un lugar con una cantidad exesiva de personas incluso el simple hecho de estresarme me causaba un maldito ataque de panico sin contar que tenía que cargar con un pequeño tubode salbutamol.

-Te voy a matar Grier, juro que lo haré- fueron las primeras palabras que logre articular.

-También me da gusto verte hermana- maldito-

-Se que la fiesta estaba bastante buena pero tenemos que irnos, tu mamá y mi papá llegarán en cualquier momento. No quiero que me regañen por tu culpa- el hecho de tener a aquel chico parado justo a mi lado me hacia tensarme por completo, ¿a que clase de idiota se la ocurre traer a un menor de edad a esta clase de lugares?

-Vamos nena, deja que se quede- otra vez el moreno, ¿a caso no le enseñaron que meterse en conversaciones ajenas es de mala educación?.

-Tú- lo señale- deberías dejar de sacar a un maldito niño para traelo a tu mundo de porquería. Si te quieres matar por mi esta bien, pero a mi hermano no lo metas en esto- dije para dar por terminada la conversación.

El camino a casa fue silencioso, sabía que si decía una palabra podía decir cosas que no quería. Pero definitivamente por su culpa tuve otro ataque y posiblemente por su culpa mi padre me regañaria terrible, sin contar que suspenderia mi tan anhelado viaje.

-Fuiste muy grosera con Nate, el sólo quería ayudarte, y no soy un niño Renata, cumplire dieciocho este año.

-Mientras tanto sigues siendo un niño Hayes y debes actuar como las personas de tu edad. Yo sólo quería salir de ahí, sabes como me pongo y es difícil para mi tener que lidiar con gente como él- odiaba rotundamente a las personas que dependían de una sustancia, es estúpido mueren lentamente por voluntad propia.

-Debes aprender a superar lo que paso, no todos son iguales a él y lo sabes- me límite a seguir con la vista fija en el camino, no tenía como refutar lo que acababa de decir.

"Debiste hacer más para ayudarlo", "lo dejaste sólo", "gracias a tu maldito descuido el murió".

Las palabras tienen cierto poder en las personas, pueden acabar con una parte de ti, estas duelen más que un golpe. Usualmente las personas No notan cuanto daño hacen.


Sólo para informarles que este shot se divide en varias partes. 🙊

One Shots *MULTIFANDOM* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora