Kian Lawley || ¿En que te metiste Cassie?

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Estar en medio de la nada con el chico al que detesto no es lo mejor que me ha pasado en la vida. No entiendo como Alaska quiere casarse con semejante idiota.

-¿Piensas quedarte en ese maldito asiento sin hacer nada?.

Su mirada estaba clavada en mi, esta viajaba desde mis pechos hasta arriba de mis rodillas justo donde terminaba la tela de aquel patético uniforme escolar.

Desabrocho el cinturón de seguridad para a si tener un mejor acceso y llegar hasta mi. No quería moverme, no tenía intenciones de hacerlo. Comenzó a depositar suaves besos en mi cuello acompañados de una serie de mordidas.

-No sabes cuantas veces había soñado con esto nena. Quiero hacerte mía- su mirada se había tornado más penetrante, sus pupilas se habían dilatado considerablemente debido a la excitación.

-Kian, para- nunca me imagine que llegaríamos hasta este punto, y por supuesto no porque yo no lo quisiera, era algo más que eso, era el prometido de mi hermana y estaba mal visto.

-Se que lo deseas tanto como yo cariño- en un movimiento rápido se deshizo de mis ya húmedas bragas- estás tan mojada nena- dijo mientras introducía dos de sus dedos en mi feminidad.

-Mierda- gemi- esto, esto no esta bien Kian.

El placer estaba acabando con la poca cordura que me quedaba, me cambie de asiento colocandome sobre su regazo.

¡A la mierda mi hermana!, ¡ a la mierda la cordura!.

-Follame papi- necesitaba tenerlo dentro de mi, por lo cual, rápidamente quita de nuestro camino aquella estorbosa falda.

-Tus deseos son ordedes princesa- sus dedos hacían movimientos rápidos provocando que arqueara mi espalda. El placer me estaba inundando, mi primer orgasmo llegaría en cualquier momento- No mami, aún no puedes correrte.

En cuanto retiro su tacto logre sentir su abultado miembro rozando mi feminidad.

Los tatuajes que se asomaban por su brazo lo hacían ver más sexy e intimidandante de lo que ya era, declinó su asiento para poder disfrutar más lo que estaba por venir.

Mis manos viajaron hasta el broche de su pantalón, torpemente lo bote para poder hacer un mejor trabajo, lo bajé junto a su boxer, no pude evitar mirar su gran miembro, era grande y bastante grueso e imponente.

Comencé a estimularlo provocando que soltara leves gruñidos, necesitaba sentirlo dentro, mis paredes me exigían placer. Cerré mis ojos ante sus caricias, de un momento a otro estaba sobre él, haciendo movientos lentos y torpes.

Mis caderas iban de arriba a bajo, mientras que él se limitaba a proporcionarle leves golpes a mi trasero.
Mis pechos rebotaban al compás de mis movimientos, Kian al notarlo le brindó diversas caricias a uno de ellos.

Una, dos, tres embestidas más bastaron para llegar  a nuestra liberación

-Nena eso fue...

-Algo de lo que nadie debe enterarse, menos Alaska- me incorpore nuevamente en el asiento de copiloto acomodando mi ropa y cabello.

Mi hermana no merece esto, yo no merecía rebajarme de tal forma, esto fue una jodida locura, algo que me costaría muy caro.

El trayecto a casa fue silencioso,un silencio incómodo, ¿ en que maldito momento pensé que esto era correcto ?

-Cariño, ¿por qué han tardado tanto?, mamá ha preguntado por ustedes- de todas las personas que viven en esta casa Alaska tenía que abrir la maldita puerta, Kian por otro lado recibió a su prometida con un beso que a mi gusto fue demasiado exagerado.

¿ En que te metiste Cassie?.

No saben lo traumamte que es escribir esto, en fin se que a muchas nos gusta leerlo. Creo que mejore un poco.

Les agradecería mucho si me ayudarán con una estrellita, comenten si les gusto.

-Lia. ✨

One Shots *MULTIFANDOM* Donde viven las historias. Descúbrelo ahora