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Jimin había estado durmiendo menos de lo que acostumbraba, aquellos días su sueño se había perturbado en demasía.

Y tenía mucho que ver con todo lo vivido. Él no solía correr de lado a lado entre semana, como lo había hecho últimamente por la energía del que ahora vivía junto a él.

Necesitaba darse un respiro, un día para no pensar, desconectar de aquel estrés psicológico que lo tenía descolocado por completo.

—¿A dónde vas? —Preguntó atónito V, cuando observó cómo pretendía salir del apartamento sigilósamente, para que éste no se diera cuenta. —Soy un Ikiryō, ¿de verdad crees que podrás irte sin que lo note? —El rubio refunfuñó internamente.

—Sólo daré una vuelta. Volveré antes de que sea la hora de comer. —Cuando el castaño se acercó, pretendiendo acompañarle, obtuvo una negativa en respuesta. —Solo. —Aclaró, antes de salir por la puerta y cerrar con fuerza.

—¿Qué le pasa ahora...? —El espectro no solía tener pensamientos negativos, pero su paciencia y bondad cada vez se acababan más rápido, y temía por esto. —¿Cuánto tiempo más me quedará...? —Suspiró, cansado de estar aterrado por la situación que vivía.

Cuando se aseguró de que el mayor no iba tras él, caminó tranquilo por la calle. Era bastante pronto, por lo que dudaba encontrarse a algún conocido que pudiera perturbar su descanso.

Observó el paisaje detenidamente, respirando hondo en cada paso que daba, empapándose de la sensación de frescura que los árboles de alrededor le proporcionaban.

Hasta que el sonido de las hojas crujir hizo que se percatara de una presencia a su lado.

Miró sin demasiada sutileza, pudo ver a Taehyung.

—¿Qué mierda hace por aquí tan pronto? —El castaño había pasado de largo por su lado, pues llevaba puesta una gran capucha que le quitaba parte de la visión.

Jimin negó con la cabeza, y decidió seguir con su camino, pero los constantes pensamientos en su mente casi le obligaron a correr tras él. 

La curiosidad siempre le había jugado malas pasadas, pero últimamente ésta rebosaba en su cuerpo. No entendía muy bien la sensación que crecía en su interior cuando descubría cosas sobre su superior, pero le gustaba.

Se paró un momento al observar a éste, que se encontraba junto a un perro, que no hacía más que ladrar al mayor. Taehyung tenía una cara de odio que hizo que el rubio se estremeciera. No dudó en ir raudo hacia su lado, parando los ladridos molestos del cachorro, que estaban provocando que el castaño perdiera la compostura y sus ojos se volvieran aún más oscuros de lo que ya eran de por sí.

—¿Park? —Tras un rato pareció volver en sí. —¿Es tuyo ese chucho? —Jimin tragó saliva con fuerza al sentir el rechazo hacia el pobre animal.

—N-no. Pero es lindo, ¿no crees? —El rubio sonrió con dulzura, haciendo que el mayor de ambos se estremeciera y quedara confundido.

¿Es lindo?

Se preguntó mentalmente, mientras el contrario no paraba de acariciar al perro con dulzura, haciendo que éste se tumbara bocarriba y disfrutara de los mimos.

Sonrió en escasos segundos, fue una sonrisa efímera, pero Jimin la pudo observar. Su corazón pareció salirse de su pecho cuando fue consciente.

—E-es lindo. —Dijo Taehyung, casi como si hubiera descubierto una parte oculta de él mismo. Cuando se acuclilló a lo lejos, para observar mejor la bella imagen, el cachorro corrió a sus brazos, provocando que trastabillara y cayera al suelo.

My Last Life 🌸 [Vmin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora