Aquel día Jungkook había insistido en visitarle, pero le mintió diciendo que estaba ocupado.
En verdad a Jimin no le apetecía ver a nadie esa temporada. Al principio pensaba en lo molesto que era tener a V rondando por su apartamento con toda la confianza del mundo, pero ya no opinaba lo mismo.
Hacía una semana que éste no aparecía por su casa, y comenzaba a extrañarlo.
Y, no iba a mentirse a sí mismo, el hecho de que Taehyung le rechazara de esa forma,también le dolió.
Los días siguientes en los que coincidían en el trabajo, el rubio agachaba la cabeza, temiendo algún que otro desplante, aunque, para su sorpresa, fue todo lo contrario.
El castaño ni se molestaba en mirarle, es como si él también tratase de evitar conversar con él por alguna extraña razón que desconocía.
Pero últimamente le gustaba ir al trabajo a pesar de todo. Amaba el hecho de que su mente estuviera ocupada y no poder pensar en lo que había cambiado su vida tan sólo en unos meses.
Estábamos a sábado.
Por lo tanto, el rubio salía antes de la oficina, aunque decidió echar algunas obras extra, editando las fotografías para una nueva revista que se hacía paso en el mercado, ni siquiera tenían que estar listas para la semana siguiente, pero poco le importaba, con tal de no volver a su casa y pasarse el día zampando helado como alguien a quien le acaban de dejar, sin querer ver a nadie más.
Pero ese día fue distinto.
Desde que se lo puso, no había vuelto a quitar de su cuello el colgante que V le dio. Por lo que, aquel día, al salir tras Taehyung del edificio, no nota que éste esté tranquilo como el resto de días.
Éste siempre tenía un aura a distinta a cualquier otro humano que habite el planeta, pero en aquel momento, algo andaba mal, y Jimin no iba a permitir aquello.
Por lo que, seguirle en silencio le pareció una buena idea.
Caminó por la calle, esquivando a los fantasmas que intentaban apoderarse de los cuerpos vivos, siendo todo un caos a la hora de caminar queriendo pasar desapercibido.
Lo último que esperaba era, acabar caminando hacia el cementerio de la ciudad.
No se sentía ni física ni mentalmente preparado para aquella situación, pero sus piernas le traicionaron haciendo que siguiera al castaño a cada paso que daba.
Cuando éste se acuclilló junto a la lápida, como la última vez. Jimin se quedó mirando alejado, escondido tras unos arbustos que eran, fácilmente, más altos que él.
Muchísimos ayakashis aparecieron en el momento en el que Taehyung comenzó a llorar, haciendo un esfuerzo casi sobrehumano para no romper algo, pues sostenía sus puños con la mayor fuerza que poseía.
El rubio tragó saliva, abriendo mucho los ojos cuando los espectros se acercaron al chico que estaba al frente suya, tratando de interactuar con su cuerpo con unos fines totalmente horribles.
Pudo ver cómo los ojos del chico perdían el escaso brillo que ya tenían, cómo todo a su alrededor se tomó incluso más oscuro, salvo su piel, que comenzó a palidecer.
Su corazón pareció dar un brinco ante tal escena.
Por eso, sin darse cuenta, ya estaba caminando hacia él. No sabía qué tenía que hacer, no sabía como podía parar a aquellos seres, pero se negaba rotundamente a quedarse ahí parado, observando cómo le hacían daño a su amigo.
Bueno, amigo.
Al menos él lo consideraba así, ¿verdad?
Tal vez ni eso.
Pero antes de que pudiera seguir andando, una figura blanquecina apareció de repente. Desprendiendo demasiada luz.
El rubio pestañeó, e incluso se pellizcó para comprobar de que todo aquello no había sido una pesadilla y realmente estaba sucediendo.
Paró de inmediato, quedándose estático al observar que aquella figura extraña se trataba de una bella mujer.
Que, en escasos segundos había abrazado al cuerpo de Taehyung, que continuaba derramando sus lágrimas, que parecía que nunca iban a dejar de brotar.
Jimin recibió un golpe de ternura al ver cómo los ayakashis se desvanecían ante tal cariño. Pero con la misma rapidez con la que apareció aquella mujer, desapareció.
Pero al menos el castaño había dejado de llorar.
El menor se acercó al chico y, sin pensarlo dos veces, pues sabía que se arrepentiría si le daba vueltas, se quedó junto a él y se atrevió a hablar.
—Estoy aquí para lo que necesites. —Taehyung alzó la cabeza. Dejando ver su expresión demacrada y sus ojitos hinchados. Aquella escena hizo que Jimin fuera superado por sus ganas de estrecharle entre sus brazos, deseando decirle que no merecía la pena estar triste, que la vida es para los valientes y que él lo era, vaya que si lo era.
—Eres de lo que no hay, Park. —Sonríe al decir aquellas palabras.
Hecho que no ha pasado desapercibido para el rubio, que ha sido recorrido por un escalofrío en el momento en el que Tae ha alzado sus comisuras mostrándole sus blancos dientes en esa perfecta sonrisa cuadrada.
Jimin palpa su hombro, dándole unos toquecitos antes de acariciarlo, temiendo que éste se alejara, pero relajándose al ver que el contrario los acepta tranquilo.
—Me tomaré eso como un cumplido. —Sentencia, orgulloso, aunque aún se sienta confuso porque no tiene idea de lo que ha pasado hace unos minutos en el lugar dónde se encuentra, pero disfrutando el momento que está viviendo al máximo.
—Gracias. —Murmura, de un modo que apenas es audible, pero basta para que Jimin entrecierre los ojos al punto de que casi ni se le llegan a ver, sonriendo como un crío. —Es mejor que me vaya, ten un buen día. —Le dice antes de levantarse del sitio, pero el menor se alza rápidamente.
—Te acompaño a casa. —Comenta antes de comenzar a caminar, sin darle la oportunidad al castaño de que se niegue, pues lo va a hacer de todos modos, y Taehyung sólo puede reír porque es la primera vez que ve a su empleado tan decidido y tomando la iniciativa por sí mismo, sin sentirse inseguro estando a su lado.
Tal vez Jimin no sea el único que está aprendiendo de esta experiencia, pues el castaño comienza a sentirse distinto.
Aunque va a tardar en descubrirse a sí mismo.
Pues nunca ha sido una tarea fácil.
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Encontré esta canción, llevaba años sin escucharla.
Bendita obra de arte.
Espero que os vaya gustando, ésta no es una historia muy larga, pero tiene una gran carga sentimental y la supone también para mí al escribirla.
De verdad que lleva un trocito de mi corazón, así que disfrutad los capítulos que quedan, que, si no me equivoco, son siete más.
Bai!!!!
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My Last Life 🌸 [Vmin]
Fanfiction❀ • ¿Qué pasaría si de un día para otro tuvieras la oportunidad de decidir sobre la vida de la persona que ha influido negativamente en la tuya? El mundo está lleno de cosas que sólo podemos imaginar, hay mucho más allá que nuestros corazones tienen...