"Puede que no lo diga, puede que no lo demuestre, porque es algo
Que me da miedo admitir ante mi misma, pero habitas en mi corazón,
Y encajas perfectamente ahí, hasta el punto que me cuestiono
¿Tu perteneces ahí... o mi corazón te pertenece a ti?"
(Palabras de Hermione a Draco mientras el duerme)
.
Londres Inglaterra, 22 de diciembre del 2002
La amalgama de emociones que Hermione sintió en ese momento fueron suficiente para deprimir a una nación entera. Ella quería poder haber vuelto hace tres meses cuando obtuvo su alta, pero consideraba que aún no estaba preparada, deseaba que cuando se encontrara con su hija, estuviera en completo control de sus emociones y pensamientos, pero ante los últimos sucesos no le quedaba de otra que regresar antes de lo previsto.
Empacó sus pertenencias y tomó el Traslador intercontinental que Malfoy le había enviado el día que Swan le dijo que ya estaba lista para regresar a casa, apretó con fuerza entre sus manos el medallón que la llevaría de regreso a Gran Bretaña y comenzó a respirar con desesperación, tomó asiento en la orilla de su cama he hizo los ejercicios de respiración que tanto le ayudaban.
El regresar le causaba temor, al principio cuando despertó, demando que le dejaran marchar de inmediato, cuando le explicaron la situación y los años que habían transcurrido, se derrumbó por días, al momento no supo cómo lidiar con el hecho de que se había perdido tantos años de su pequeña Rose, maldijo a gritos a Malfoy por haberla encerrado en ese lugar. Después le explicaron que tendría que tomar terapia y sería evaluada para garantizar que no era un peligro si se reincorporaba en la sociedad.
Y fue en ese momento cuando sintió miedo, miedo de saber que había atacado a alguien y por eso había sido encerrada. Pero el hecho de que Malfoy se hubiera atrevido a cambiar el apellido de su hija había despertado algo en ella, estaba furiosa, podía sentir el fuego encendiéndose dentro de ella y extendiéndose por todo su cuerpo. Desde que se había despertado no había sentido una emoción tan intensa.
Inhaló profundo y apretó la parte inferior del medallón, éste comenzó a destellar, después de cinco segundos se activó y succionó a una Hermione asustada. Cuando volvió abrir los ojos estaba en el centro de un vestíbulo, el cual estaba decorado de forma elegante, cada mueble demostraba el exquisito gusto de la persona que se había encargado de la decoración. Su corazón se detuvo cuando escucho la voz de un hombre, sonaba más grave pero en cualquier lugar ella podía reconocer esa forma de arrastrar las palabras.
―Pansy, necesito que revises el balance de es...
Draco detuvo su caminar al reconocer a la mujer parada a unos metros de él, con unos jeans desgastados y una polera blanca, cargando en un solo hombro una mochila, estaba Hermione Granger, su aspecto no había mejorado mucho, había ganado un poco de peso, pero su rostro todavía lucía agotado. Su cabello corto enmarcaba sus facciones finas y delicadas, pero también la profundidad de sus ojeras.
― Granger... ― soltó su nombre como si de un tabú se tratara.
― ¡Maldito arrogante, ¿Cómo te atreviste?! ― Hermione gritó furiosa. La indolencia con la que él la miro solo sirvió para que su sangre hirviera más. Tomó el jarrón que estaba junto a ella y se lo lanzó directo a la cabeza. Esa no era la llegada que había planeado, pero ver a Malfoy la altero de sobremanera.
― ¡Merlín! ― gritó asustada Pansy al esquivar por solo un segundo el jarrón.
― ¡Venga Teddy que no me alcanzas!
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El libre albedrío de los condenados
FanfictionConcordia y discordia... dos palabras que se contraponen y que pareciera que una no se llevan con la otra. Pero en esta historia, podrás ver que tras el término de la guerra, en un mundo donde debería existir paz, felicidad y sueños, el dolor y la s...