Capitulo XIX

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Londres Inglaterra, 29 de enero del 2003

Poco a poco el frío estaba abandonando la gloriosa e imponente ciudad mágica de Londres. La nieve ya había desaparecido, solo las ventiscas eran las que se resistían a querer dar paso a la primavera. Se comenzaba a ver más gente transcurriendo por las calles, abarrotando el Ministerio Mágico. Paseando por el callejón Diagon. Se corría un rumor entre la sociedad mágica, uno que hacia vibrar a la gente de emoción y esperanza. Al parecer una corporación de renombre mundial, estaba construyendo una empresa a las afueras de Londres. Esto significaba, trabajo, dinero, oportunidad de reconstruirse.

La economía de la sociedad aún seguía menguada por la guerra, las familias sangre pura al ser las más adineradas, mediante sus negocios e inversiones, eran los que hacían fluctuar el dinero. Por ello, al terminar la guerra y con ella la desaparición de las familias más adineradas, la austeridad del país había decaído de forma deplorable. Varias personas habían abandonado el país, en busca de progreso, de una oportunidad de sobrevivir, esto separo familias, rompió parejas, destrozo más una sociedad que ya había perdido mucho.

Que una empresa decidiera invertir en el país, era un aire fresco. Las personas acudían a los lugares más concurridos para obtener noticias, informes de que tanto era verdad y que tanto era mentira.

Lo que nadie sabía y por supuesto tampoco sospechaban. Es que precisamente, las personas que años atrás fueron repudiadas y obligadas a autoexiliarse, hoy eran, las que bajo la máscara del anonimato comenzarían a rescatar la economía del país.

Draco Malfoy había tenido una idea brillante mientras veía la combinación de tecnología y magia obrar sobre Hermione. Pensó que si él pudiera llevar ese tipo de aplicación a aparatos más comunes y de bajo costo podría hacerse de una fortuna. Sabía que en Inglaterra no les darían ninguna oportunidad siquiera de intentarlo. Así que decidió que sería en América donde tomaría su segunda oportunidad para vivir. Jugó a su favor que los magos y brujas de ahí estuvieran en más contacto con el mundo muggle.

Una semana después de que Hermione fuera internada, mudó a toda su familia al nuevo continente. La primera noche los reunió a todos en el vestíbulo de su nuevo hogar. La casa no tenía ningún mueble, y estaba descuidada, todo el dinero que poseía lo había utilizado para pagar el tratamiento de Hermione, dos trasladores ultra-continentales y sobornar algunos abogados. Así que esa noche, teniendo a toda su familia de pie en un círculo, expuso su plan y sus motivos para llevarlo a cabo.

Todos guardaron silencio por mucho tiempo, sopesando la idea, no comprendían muy bien a lo que se refería, no entendían del todo el concepto porque ninguno conocía como funcionaba el mundo muggle, y ese desconocimiento les preocupaba, era mucho lo que se invertiría, y para ser precisos, lo único que les quedaba. Pero aún con todos los pros que mentalmente cada uno pudo enlistar, decidieron apoyarlo. Esa noche nació TecnoMagia Inc. Y Draco fue reconocido como la cabeza de la familia.

A la mañana siguiente cada quien hizo lo que mejor sabía hacer;

Pansy partió en dirección de Wall Street, para sumergirse en la bolsa de mayor mercado de valores. No era su primera vez, por lo cual ya sabía cómo conducirse. Jugo un rato para medir a sus contrincantes hasta que encontró el hilo negro del asunto y le gusto. Pansy encontró una satisfacción pura al ganarles a los corredores más experimentados. Ante sus ojos no eran gran ciencia, solo hacía falta saber interpretar los números, conocer los horarios dependiendo de los productos financieros en los que quería invertir y obtener altas ganancias antes de que los brokers metan sus narices. Wall Street pasó a ser prácticamente su hogar por varias semanas, hasta que logro juntar la cantidad suficiente para colocar los cimientos de la corporación. Pansy seguiría regresando cada fin de mes para jugar en la bolsa, les había enseñado a sus amigos los lineamientos para invertir. Y como las buenas serpientes que eran, se volvió una competencia ver quien lograba ganar más dinero. Pasy desistió dos años después al cansarse de siempre llevarse la victoria, cosa que agradecieron los jóvenes que también ya estaban hartos de que todo el tiempo ella los humillara.

El libre albedrío de los condenadosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora