¿Ella Es La Jefa? (5ta Parte saga jefes)

c.23

M a r a t ó n
5-5

STEVEN

Su silencio me abrumada.

¿Por que no respondia?

-Steven...- sus ojos volvieron a cerrarse -¿Esto funcionara?- su voz era apenas un susurro entendible.

-Haremos que funcione...- acariciar sus mejillas -No me quedaré con la incertidumbre de que hubiese sido esto, quiero intentarlo y tener la dicha de saber lo que se siente- quería que abriera sus ojos, entonces supe que su mente estaba en su miedo.

La altura.

-Mirame- pedí

Ella negó un par de veces.

-Por favor- estaba atento a cada movimiento.-Sólo mira mis ojos- dije apenas y los abrio.

En ese momento sabía que tenía que hacer lo que tenía pensado hacer en primer lugar.

Poco a poco y sin perder la vista de Angela me puse de rodillas.

-Angela- ella seguía con su vista en mi. -Se que es pronto pero... ¿Quieres ser ni novia?- lo había dicho, las palabras habían salido de mis labios.

Se sentía un peso menos sobre mis hombros.

Varios recuerdo a vinieron a mi mente, cuando la conocí no creí que podría llegar a enamorarme se esa chiquilla que parecía una mujer amargada.

Y aunque la diferencia de edad. De seis años no es mucha creo que esto puede funcionar. Sin importar lo que los demás digan.

Y entonces recordé que todo había progresado gracias a Amelie. Una pequeña sin razón alguna uniendo dos corazones perdidos.

Y por esa razón si todo esto funcionaba estaba más que dispuesta a hacer a Amelie mi hija, darle mi apellido y todo mi amor.

ÁNGELA

-Steven...- apreté más mis ojos que la primera vez que los cerre -¿Esto funcionara?- mi voz era tan débil, estaba inundada de miedo.

-Haremos que funcione...- sentía sus leves caricias en mis mejillas, dejando un rastro de calor a su paso -No me quedaré con la incertidumbre de que hubiese sido esto, quiero intentarlo y tener la dicha de saber lo que se siente- sus palabras me desarmaban, Que podía decir a todo aquello.

Yo misma sabía que todo esto me estaba volviendo loca pensando que no sería correspondida pero ahora veo que si lo soy.

-Mirame- pidió.

Negué repetidas veces, no quería hacerlo el miedo estaba aún ahí.

-Por favor- su voz era suplicante. -Sólo mira mis ojos- los mire fijamente.

Poco a poco todo estaba olvidado, seguía mirando sus ojos aún cuando empezó a moverse.

En un principio todo pareció confuso hasta que lo vi de rodillas frente a mi. Aún sin apartar nuestras miradas.

-Angela- su voz -Se que es pronto pero... ¿Quieres ser ni novia?-