¿Ella Es La Jefa? (5ta Parte saga jefes)

Epílogo.

Tiempo después.

-La última Junta fue cancelada, mañana tiene..- detuve a mi asistente.

-No vendré a trabajar este fin de semana, creí que te lo había comentado- tomé los papeles para colocarlos en orden y así no tener un desastre.

-Sólo le iba a decir que va a recibir su paquete- sonreí recordando lo que había pedido hace semanas.

-¡Oh! Gracias- sonreí, que haría sin mi asistente. -Nos vemos luego, ten un lindo fin de semana- tomé mi abrigo y mi bolsa para desaparecer por el elevador.

Sonreí recordando lo que había pasado esta mañana, no me podía quejar de mi vida.

Y aunque muchos pensarán en que mi familia es disfuncional, amo a cada uno de sus integrantes.

Mi pequeña Amelie ya no era tan pequeña, recuerdo como hace unos días la lleve al preescolar, quería llorar pero no lo hice, por otro lado Steven parecía un mar de lágrimas.

Que si no fuera por los gemelos Justin y Josep no pudiera soportar los días alejado de su princesa, para su mala suerte esos pequeños remolinos de dos años lo traen vuelto loco día y noche.

Yo por otro lado trabajó, es como un intercambio de roles, pero no me molesta, es más me agrada, se que puedo confiar en Steven y que tiene todo controlado.

Llegó al estacionamiento y busco mi auto para después conducir con cautela hasta casa donde se que todos me esperan.

Sonrió al recordar como han sido un par de reuniones, donde piensan que desde que me casé Steven tomaría el cargo de la empresa y se sorprenden al saber que yo aún soy la jefa y que Steven es todo un amo de casa.

Paso junto a una pastelería donde una deliciosa tarta de fresas llama mi atención, así que decido detenerme, se que pronto alguien tendrá antojos y no seré yo, tal como paso con mis gemelos.

Compró una para la cena.

Al llegar a casa podía escuchar las risas en el patio trasero, lo más seguro es que mi padre y Steven estén con los niños.

Me detuve a verlos por la ventana de la cocina, quien se imaginaria que mi vida sería así.

Suspirar y observe mi vientre aún plano.

-Sólo espera que papá se entere de que estas ahi- sonreí negando.

Se volvería loco y me volvería loca a mi.

-¿Con quien hablas?- apareció Steven cargando a Amelie.

-¿No habrá un beso de bienvenida?- hice un puchero.

-Para ti siempre- bajo a Amelia quien corrió entre risas de nuevo al patio, se acercó hasta mi y beso mis labios lenta y dulcemente. -¿Que tal tu dia?- pregunto colocando sus manos en mi cintura.

-Nada de que quejarme- pase mis manos por su cuello -Huele delicioso- mi apetito aumento al percibir el olor de la lasaña.

-Prepare tu comida favorita, ¿Quieres cenar aquí o afuera?- pregunto soltando para ir por los platos.

-Afuera, he traído una tarta que se que te encantara- busque los cubiertos para ir a colocarlos.

-¿Algo que celebrar?- pregunto de pronto.

-Ya lo sabras- sonreí y salí para recibir a mis pequeños remolinos. -Papa- fui y lo abracé, mi padre sólo reí con las ocurrencias de mis hijos.

-Nunca creí llegar a ver esto- su sonrisa me llenaba de ternura.

-Y seguirás viendo más- coloque una mano e mi vientre.

-¿Otro?- su rostro me causó gracia, sólo me limite a asentir -¿Lo sabe?- pregunto en referencia a Steven.

-Sólo diré en unos momentos- el solamente sonrió.

-Me alegro por ambos, se que Steven se volverá loco- y yo también lo sabía.

-La comida esta lista- grito Steven colocando la lasaña en el centro de la mesa.

Ayude a mi padre a levantarse mientras Steven trataba de colocar a los niños en su silla.

Una vez todos listos y ya comidos le pedí a Steven que trajera la tarta, en cuanto la vio puedo jurar que sus ojos se iluminaron.

-Esto esta delicioso...- y como siempre no resistirá no meter el dedo antes.

-Pero no viene sola- me acerqué hasta el, mi padre me miro cómplice. -Viene con otro título para ti...- el me miro confuso.

-¿Cual?- pregunto un poco confundido.

-¡El de padre por tercera ocasión!-

Espero que le haya gustado, y perdón por tardar tanto en subirlo.

Besos. Sam. ❤