Capítulo 21: Tiempo

81 15 0
                                    

Jueves 31 de mayo

Tiempo danzante,
tiempo cambiante,
tiempo duradero,
tiempo fugaz,
tiempo eterno,
tiempo celestial.

¿Qué es el tiempo? ¿Segundos? ¿Minutos? ¿Horas? ¿Días? ¿Momentos? ¿Quién es capaz de comprender el tiempo? ¿Alguno de ustedes lo ha experimentado?

Algunos dicen que es una dimensión física que representa la sucesión de estados por los que pasa la materia.

Otros dicen que es un período determinado durante el que se realiza una acción o se desarrolla un acontecimiento.

Yo creo que cada uno tiene una forma distinta de ver, sentir e interpretar el tiempo.

Sentada junto a ti esa tarde, después de que insistieras tanto en qué te acompañara. En ese momento interprete el tiempo de una manera distinta. ¡Recuerdos que no serán olvidados!

Les contaré...
Me encontraba en mi habitación, recostada, escuchando la variedad de música que tengo en mi móvil.

— ¡Sophía abre la puerta! Se escuchaba la voz de mi madre.

— ¡Mandé, mamá! Decía al abrir apresuradamente la puerta.

— Sophía mírate, estás muy pálida. Pasas la mayor parte del tiempo en tu habitación. Te hará daño, deberías acompañarme a tomar un poco de aire fresco al portal. Decía mi madre en un tono preocupante.

— ¡Claro mamá! En un momento te alcanzo. Le decía mientras dejaba mi móvil y audífonos en la cama.

Salí de mi habitación y fuí al portal donde estaba mi madre sentada en una mecedora. Di unos cuantos pasos más y me senté a su lado.

— Mamá, ¿puedo decirte algo? Pregunté mientras le tomaba una de sus manos.

— ¡Hija, sabes que puedes decirme lo que desees! Pero, ¿debo preocuparme por algo? Preguntó con preocupación, mientras daba un delicado apretón en una de mis manos.

— No, no, por supuesto que no. No tienes por qué alarmarte. Es solo qué... desde hace días, siento la necesidad de decírte algo. Algo que no creo retener por más tiempo.
Sabes mamá... yo te amo, te lo he dicho en muchísimas ocasiones, que bien podrían ser infinitas. También, quiero que sepas que... si en algún momento de tú vida llegas a necesitar algo de mí, lo que sea, yo te lo daré.
Te daría todo lo que necesitaras, incluso... si tú en algún momento de tú vida, llegarás a necesitar algún órgano, y yo fuese compatible contigo, te lo daría sin pensarlo dos veces.
¿Sabes por qué? Por qué el amor que siento por ti es infinito, no tiene limitantes. ¡Te amo, te amo demasiado, tanto que siento que ya no cabe en mi pecho! Dije mientras observaba su delicado rostro.

— ¿En verdad harías eso por mi?¡Sabes que también te amo, los amo a ti y a tus hermanos! Fue lo que alcanzó a decir, antes de que se desbordara sus lágrimas y me abrazara fuertemente.

— ¡Claro que sí mamá, haría eso y muchísimo más por tí, por mis hermanos, por mi papá, por mi abuela! Yo los amo, ustedes son mi familia. Decía en intentos fallidos por secar las lágrimas de mis mejillas, las cuales no paraban de correr.

Se preguntarán, porque les conté esto si en un principio hablaba del tiempo, pero lo hice con un fin.

Todos tenemos una perspectiva diferente, para algunos el tiempo quizás sean solo segundos que transcurren sin sentido en el reloj.

Para otros, no es el tiempo lo que en realidad les importa, sino lo que  ocurre en el.
Para algunas personas, el tiempo es la compañía cálida que les brinda la persona más importante en su vida.

PD: aprovecha cada instante mientras puedas hacerlo, porque no existirá otro momento igual.

A ti...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora