A ti...

Capitulo 12: Diente de león

Martes 22 de mayo

Escuchaba voces y murmullos. Voces y murmullos iban y venían.

¡Sht, sht, sht! Se escuchaba en la lejanía.

Sumergida en una oscuridad interminable. Cegada ante la situación, un lugar desconocido. Jamás había estado en un lugar así.

Corría, pero por más que corría no llegaba hacía ningún lugar. Me sentía desesperada, las voces me perseguían a donde quiera que iba. No sé detenían, aunque se lo pidiera.

Gritaba por ayuda, pero nadie podía escucharme y las voces seguían sin parar. Me murmuraban cosas al mismo tiempo en el oído, no lograba comprender que querían decir y cada vez eran más voces. Sentía que el tiempo transcurría lento. Corría, pero sentía que no avanzaba.

Corrí sin importar nada, pero seguían tras de mí. Me detuve a mirar a mi alrededor, me sentía confundida, aturdida y de pronto.... desperté.

Desperté con un grito desesperante y con una de mis manos en el pecho. No sé en qué momento me senté, miré a mi alrededor y estaba sola.

Tomé un poco de aire e intenté tranquilizarme. Estoy bien, digo para mis adentros. Bebo un poco de agua y nuevamente me recuesto.

Dijeron que siempre estaríamos juntos, que seríamos unidos. Pienso.

Éramos como un diente de león.

Unidos hasta que el viento solo nos dispersó y fue ahí en donde cada uno tomo una dirección distinta.

Eso fuimos... diente de león disperso por el viento.

¿Cómo pudo un simple viento dispersarnos tan fácilmente? ¿Estábamos tan unidos como dijimos que lo estábamos?

Ahí estábamos, diciendo estar dónde realmente nunca estuvimos, fingiendo estar en un lugar que no queríamos.

Me hubiese encantado que ese diente de león, no hubiera sido disperso por un simple viento.

Me hubiese gustado que ni un fuerte viento nos hubiera separado, que ese diente de león fuera resistente a todo.

Quizás pudimos haber sido mejor que un simple diente de león.

Quizás aún perteneciéramos unidos.

Me hubiese encantado volar juntos sin necesidad de ser separados.

Compartir alegrías, triunfos, derrotas, sueños e ilusiones.

Pero cada uno voló hacía un camino distinto y por más que intenté volar hacía alguno de ustedes no pude. El viento solo me llevó.

El tiempo transcurría y yo seguía alejándome cada vez más de ustedes, más de lo que me complementaba y solo fui una parte de lo que un día fue... un bello diente de león.

PD: anhelando ser por siempre, un diente de leóncompleto.