A ti...

Capitulo 16: Tú y yo

Sábado 26 de mayo

Solo tú, solo yo.
En donde habla metafóricamente mi corazón y te dice lo que significa el verdadero amor.

Mientras tu corazón esté alojado en mi interior, siempre tendrá una mejor visión de lo que hay en el exterior. Solo así podrás entenderlo mejor. Te dije susurrándote al oído mientras tus ojos se iluminaban más y más conforme iba hablando.

Siempre perteneceré a tu lado, contemplando tu mirada, tus bellos ojos que llevan consigo un conjunto de hermosas pestañas que los hacen resaltar aún más.

Tu fina y delicada nariz, tus labios carnosos color rosa pálido, tu barbilla afilada.

Tu rostro es hermoso, cualquiera que desvíe su mirada hacía a ti, quedaría hipnotizado de la misma manera en la que quedé yo aquel día en que te mire por primera vez.

Aun lado de ti, en un intento fallido por desviar la mirada observo la comisura de tus labios, pienso en acercarme, pero como adentrarme en una casa a la cual no me han invitado a pasar.

Sería muy descortés de mi parte entrar sin siquiera estar enterada de lo que estoy por hacer.

Podría entrar y que pase lo que tenga que pasar, pero, ¿a costa de qué? ¿cuál sería el precio a pagar?

Puede ser que sea miedo al hacerme la invitación o quizás sea yo muy entrometida. ¿Quién puede saberlo?

Pero que más daba lo que pasaría después, al final de cuentas eso se sabría hasta el final.

Pase un par de minutos creando posibles escenarios de lo que pasaría si me acercaba aún más a ti.

"¡Que suceda lo que tenga que suceder!" Dije para mis adentros.

Ahí estabas tú con la mirada fija en mí, ahí estaba yo con la mirada perdida en ti. Se podía sentir la atracción en el viento, en tu respiración, pero sobre todo en tu palpitante corazón.

Tu corazón latía tan veloz, temía que ya no fuera capaz de resistir más.

Tomé tu mentón, me acerque poco a poco, mire de nuevo tus ojos y baje la mirada hacía la comisura de tus labios. No pude resistir más, te besé y ahí estábamos, entrelazadas, éramos una sola.

Segundos después me encontraba en un lugar nuevo, un lugar maravilloso, así como lo describen en los cuentos de fantasía. No podía creer que una persona te hiciera sentir algo así y ahí estabas tú, elevándome, haciéndome tocar las estrellas en el infinito, nuestro infinito. ¡Solo tú, solo yo!

PD: siempre recordaré este momento a tú lado.