Capítulo 46: Supernova

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Martes 26 de junio

Era una estrella solitaria,
brillante y con luz propia,
en soledad se posaba.
La veían en distintos
destinos,
iluminando la mirada
de quién la contemplaba.

Tocarla te habría
dejado sin aliento
y sacándote de sí,
dejandote desorientado.

Su piel era fría y
carente de vida.
Sus cenizas aún
permanecen
en el suelo de aquel
acantilado,
anhelando renacer.

De vez en cuando
algún admirador
se manifiesta,
contempla las
cenizas evocando
un sollozo mezclado
de felicidad y
tristeza.

PD: somos polvos de estrellas.

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