Capítulo 7.
Me senté sobre mi cama y marqué el teléfono de Neymar.
El teléfono que ha marcado no se encuentra disponible en este momento.
No por favor.
Volví a marcar el teléfono pero seguía apagado.
-Joder.- murmuré.
Dejé el móvil en la cama y me tumbé sobre ella. Me sentí fatal por dejar plantado a Neymar y necesitaba hablar con el para explicarle lo sucedido.
De repente alguien tocó la puerta de mi habitación sacándome de mis pensamientos.
-¿Se puede?- la cabeza de mi padre apareció por el marco de la puerta.
Asentí con la cabeza y este entró. Cerró la puerta del dormitorio y se sentó en la cama junto a mi.
-¿Sigue en pié ir al Parque Guell?- preguntó acariciando mi pelo.
Sonreí y lo abracé tan fuerte como pude.
****
Al día siguiente fue mi padre el que me despertó. Me puse un vestido de color azul y unas vans a juego para ir al Parque. Pero antes desayunamos en casa mientras que mi madre revoloteaba por allí recordandome la cena con Marc.
Mi padre se dio cuenta lo incomoda que estaba y no tardó en desayunar, y sin darle ninguna explicación a mi madre salimos de la casa dirección Parque Guell.
El parque estaba al otro lado de donde yo vivía y aún así el camino se me hizo bastante corto.
Bajamos del coche y paseamos por allí durante un largo tiempo.
-Papá.- este caminaba a mi lado mientras observaba el paisaje.- ¿Cuando me vas a llevar a Londres?
-Ah, que todavía quieres ir.- lo fulminé con la mirada y el se rió.- Cuando quieras.
-Tengo muchas ganas de ir.- le expliqué entusiasmada.- De ver a la familia y de visitar la ciudad. Quiero buscar un lugar allí donde sentirme bien y poder pensar en mi futuro.
-Me alegro que tengas las ideas tan claras.- respondió mi padre.- Pues entonces hablaré con tu tía y veremos que le parece tenerte allí un par de semanas.
-¿De verdad?- pregunté sin poder creermelo.
-Claro. Antes de que acabe el verano podrás viajar a Londres.
Más feliz que en aquel momento no podía sentirme, por fin iba a pisar Londres con el fin de pensar en mi futuro.
Deseé que mi padre me invitase a comer por allí, pero mi madre era capaz de montar un númerito por no avisar o por el simple hecho de dejarla sola. Así que directamente fuimos a casa.
Comimos mientras mi madre me explicaba que iba a cocinar para la cena y preguntandome por la ropa que me iba a poner para la cena. Le dije que aún no lo sabía y se enfadó por no estar según ella, "preparada". Mi padre por el contrario se burlaba de ella y yo no podía contenerme la risa.
Después de comer subí a mi dormitorio y me tumbé en la cama.
Neymar pensé. Rápidamente cogí el teléfono y marqué su número.
Esta vez daba señal pero nadie cogió el teléfono. Pensé en que tal vez estaría ocupado o enfadado conmigo por haberle dejado plantado.
Volví a llamar.