Capítulo 14.
-¿Entonces no te vas a casar?- preguntó de nuevo Adriá.
-De momento la boda está aplazada.- respondí dejando la taza de café en la mesa.
-Bueno, la noticia de la casa me ha gustado más.- dijo Carlota.
-Sí, no se como tu hermano ha dado el visto bueno, pero me gusta.- comentó Ane.
-Yo tampoco créeme, pero en cuanto llegue a casa hago las maletas.
Estuvimos casi toda la tarde allí, Carlota y Adriá nos contó con todo detalle su viaje a Roma. Este último me trajo una sudadera de color azul eléctrico en el que ponía; ITALIA, y por otro lado Carlota me trajo una postal con la imagen de la Fontana di Trevi, una réplica de la torre de Pisa y una pulsera con varios muñecos colgados. A Ane también le trajeron varios recuerdos, entre ellos un huevo kinder enorme.
Decidimos que era hora de irnos y nos levantamos para salir del complejo cuando me encontré con Marc.
-Gabriella.- agarró mi mano y sonrió.- ¿Cómo te encuentras?
Ane que se encontraba detrás de mi me miró con el ceño fruncido. Ella no sabía nada de que había pasado la noche con Neymar y Marc creía que la había pasado con ella.
-Eh...- tiré del brazo de Marc y lo aparté.- Bien.
-¿Te pudiste despedir de tu hermano?
-Sí, sí.- Sonreí y vi pasar a Neymar con los cascos sobre el cuello y una gorra de color rojo.- Estoy... bien.
-¿Te llevo a casa?- busqué con la mirada a Neymar pero cuando se dio cuenta se colocó los cascos y dirigió su mirada al móvil.- Gabriella.
¿A qué venía esa mirada?
-Gabriella.- llamó Marc sacándome de mis pensamientos.
-¿Qué?
-Que si te llevo a casa.
Asentí con la cabeza sin dejar de pensar en Neymar.
NEYMAR
Llegamos a la puerta de mi casa e invité a Dani a cenar. Hacía muchísimo tiempo que pasábamos una noche juntos, sin tomar unas cervezas y hablando de nuestras vidas.
Dani era un hermano para mi.
Cogí unas bebidas y se las ofrecí.
-Estoy reventado.- dije mientras caía sobre el sofá.
-Eres un quejica.- Dani tenía apoyado las piernas sobre la mesa.- ¿Qué sabes de Davi Lucca?
-Le ha dicho a Carolina que puede traerlo cuando quiera.- contesté.- Quiere venir la semana que viene.
-Eso es bueno, ¿no?- Dani me miró de reojo, pero yo tenía la mente en otra cosa.- Ney.
Lo miré dejando la cerveza en la mesa.
-¿Qué te pasa? Estás muy raro.- este se incorporó del sofá.
-Nada...
Ni yo mismo sabía lo que me pasaba.
-¿Has vuelto a ver a Bruna?- preguntó Dani alzando una ceja.
-No.- respondí.- Hablé con ella un par de noches atrás, pero nada más...
Bruna era mi ¿compañera sentimental? Sinceramente no sabía que tenía con ella. Cuando estábamos en Brasil nos pasábamos los días juntos, y siempre acabábamos acostándonos. Pero cuando volvía a Barcelona solía evitarla. Pasaba de tenerla todos los días hablándome por teléfono.
-¿Nada más?- Empezaba a levantar sospechas.- A ti te pasa algo.
-Estoy cansado, nada más.
Mentira. Solo que no quería hablar de Bruna, me aburría ese tema.
Esquivé las preguntas de Dani y acabamos hablando de la temporada que venía por delante.
Dura y competitiva, como a mi me gustaba.
GABRIELLA
Conecté el móvil a los altavoces y la música comenzó a sonar, Rather Be.
Me dejé caer sobre la cama, repirando profundamente. Una de las ventajas de estar sola en casa, (en este caso era mi casa) era escuchar música a todo volumen sin que nadie se quejara.
Me relajaba escuchar música y me gustaba estar sola.
Así podía reflexionar y pensar tranquilamente.
Me entró algo de apetito y me preparé algo para cenar. Al sentarme en el sofá me sentí ligera, parecía que había perdido un montón de kilos. Y eso no me gustaba, era cierto que físicamente tenía un metabolismo que de por sí me hacía delgada pero en esos momentos parecía un saco de huesos.
Crucé las piernas sobre el sofá y pasé mi dedo pulgar sobre mi tatuaje.
Me lo hice cuando cumplí los 18 años, como regalo. Ane y Carlota me acompañaron a hacérmelo, al principio estaba muerta de miedo pero al final me tranquilicé y me lo hicieron.
Lo llevaba en la muñeca del brazo izquierdo, y tenía pensado hacerme más. Me gustaban los tatuajes.
De pronto la música dejó de sonar, me estaban llamando.
Salté del sofá y cogí el móvil.
-Cariño.- escuché la voz de mi madre.
-Hola mamá. ¿Qué pasa?
-Me gustaría que mañana me acompañases a hacer unas compras, ¿te apetece?
No. Obviamente no me apetecía ir a ninguna parte, y menos con ella.
-¿Lo podemos dejar para otro día?- pregunté mientras cruzaba los dedos.
-No seas vaga Gabriella.- su voz era más seria.- Desayunamos juntas y nos vamos de compras.
-Muy bien.- respondí tajante.- Mañana nos vemos.
-Hasta mañana.
Colgué bruscamente y dejé el móvil en la mesa.
Genial, pensé. Mi madre y yo de compras. Sabía que eso no iba a acabar bien.
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¡Hola a todos mis lectores!
Bueno antes de nada, perdón por subir tan tarde y que él capítulo sea corto.
Voy a seguir la novela porque creo que está llegando lo mejor y porque varias de ustedes están comentando y eso me gusta. No paréis por favor.
A partir de ahora en algunos capítulos se verá desde dos puntos de vista ,Gabriella y Neymar, aunque no en todos.
Quería también comentaros algo. Si sabéis de alguien que me edite o haga una portada para la novela os lo agradecería un montón. Avisadme por mensaje o comentario. Gracias.
Por último, muchas gracias por leerla. Me hace bastante ilusión y creo que va bastante bien. Si podéis recomendarla me haríais un gran favor.
Así que nada. Mañana subiré otro, como siempre.
Un besazo a todos y muchísimas gracias. :)