Capítulo 11.
Lorena se sentó sobre mi cama mientras mi madre se alejaba del dormitorio.
Con Carlota en brazos me incorporé y nos quedamos las tres sentadas.
Ambas habían venido a pasar la tarde conmigo, ya que volví a encontrarme mal por la mañana y como Ane estaba de "despedida" con Isaac no quise molestarla.
-¿Ha llegado ya Marc, verdad?- pregunté a Lorena.
Esta asintió sin mirarme mientras recogía la pelota que acababa de tirar Carlota.
-No tardará en visitarme.- dije.
-Es lo normal. Es tu prometido.- en esos momentos parecía que fuese mi hermano y no Lorena la que había soltado ese comentario.- Debes saber algo Gabriella.
-¿Qué pasa?
-Hay algo que no te dije y que debes saber.- la miré atentamente.- La noche en la que te desmayaste Neymar y yo íbamos en la ambulancia.
Mis ojos se abrieron como platos y mi corazón parecía que iba a explotar en pocos segundos.
¿Neymar?
-¿Cristian lo dejó subir?- pregunté asombrada.
-No, él no lo vio subir.- respondió Lorena.- Se subió a la ambulancia y hasta que tu madre y tu hermano no llegaron no se fue.
-Pero ellos no le vieron.- adiviné. Estaba bastante sorprendida.- No lo sabía...
Lorena bajó la mirada y cogió a Carlota.
-Gabriella, no sé que tienes con él, pero parecía bastante preocupado, en ningún momento dudo en subirse.
-No tengo nada con él.- me apresuré a decir.- Solo somos amigos...
¿Amigos?, pensé.
Vaya respuesta Gabriella... No eramos amigos, bueno, no sabía realmente que eramos exactamente.
-No quiero saber nada, pero te voy a dar un consejo.- Lorena parecía bastante sería, este tema le incomodaba bastante.- Ten cuidado con lo que haces y con quién lo haces, porque aunque tu no quieras Marc y tu os vais a casar.
-Ese es el problema. Que no me quiero casar.- respondí bajando la voz. Mi madre era tan chismosa que era capaz de estar detrás de la puerta escuchándolo todo.- No se que hacer Lorena.
-Gab, escúchame. Debes hacer lo que quieres. Tienes que analizar esta situación y sacar provecho a lo que te va sucediendo.- parecía estar explicándome un plan de escape o algo parecido.- Eres lo suficientemente inteligente para salir de esta tu sola. Pero tienes que tener cuidado.
De repente la puerta del dormitorio se abrió.
-Cariño.- mi madre apareció de nuevo.- ¿Quieres cenar?, ¿Lorena te quedas?
-Oh no, no puedo.- esta se levantó de la cama rápidamente con Carlota en brazos.
Mi madre se acercó a mi dando la espalda a Lorena, que me guiñó un ojo.
-Yo ya me voy.- esta salió de la habitación y mi madre le acompañó.
Me quedé en silencio, sola en mi habitación, mientras que las palabras de Lorena resonaban en mi cabeza.
Tienes que analizar esta situación y sacar provecho a lo que te va sucediendo.
Dejé caer mi cuerpo sobre la cama y coloqué mis brazos detrás de la nuca.