16.-Como una aguja en un pajar.

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Lucy escucho tres toques en la puerta del cuarto, abrió los ojos de a poco sintiendo un peso encima.

Recién era el quinto día en su estancia del nuevo cuarto y con un trabajo, solían tocarle la puerta lo que quería decir que tenía unos diez minutos para estar en la enfermería si no, iría algún Salvador, pero no tocaría la puerta simplemente la abriría y casi la obligaría a ir al "trabajo".

Lucy se fue al pequeño baño que había y se aseo un poco, se ató el pelo en una coleta y pensó que debería cortarse el cabello, otra vez. Ya lo traía un poco abajo de los hombros y a ella le gustaba casi por la mandíbula.

Tomo un yogur de la pequeña nevera —donde solo había líquidos y algunas frutas— y se dispuso a salir del cuarto, en cuanto abrió la puerta giro su cabeza solo para comprobar que ahí estaba el Salvador llamado Liam, que solía mirarla de lejos, cuidando que no hiciera algo estúpido, la seguía cada que se iba y regresaba al cuarto, la vigilaba hasta altas horas de la noche y se paseaba por la enfermería cuando Carson salía, todo a órdenes de Negan.

Ella se pasó de largo y camino hacia la enfermería, en el camino fue bebiendo de su yogurt de piña con coco que tenía ya varios meses de caducidad, pero como en el mundo ya no importaba si la comida estaba vencida (o al menos para Lucy) daba igual.

Pensó en su madre y que le hubiera dicho "Mientras este en refrigeración no le pasa nada." Claro que no estaba comprobado científicamente y Lucy no lo podía saber, pero por lo pronto a ella le importaba un coco si el yogurt o toda la comida estuviese vencida.

Llegó a la enfermería y observo a Carson acomodando medicinas y otros utensilios en los estantes y muebles.

—Supongo que esto es de alguna de las comunidades. — dijo ella y soltó un suspiro.

—Creo que esta vez Gavin pidió medicinas. Ayúdame a acomodar todo esto Lucy, por favor.

Ella solo asintió, terminó el resto de su yogurt y lo arrojó a un bote de basura, Lucy tomo algunas aspirinas y comenzó a acomodarlas en el estante donde solo había aspirinas y algunos vendajes. Observo una caja con tabletas para la alergia e instintivamente se le salió una risa, era la misma caja verde que su padre le compraba y guardaba en todos lados, hasta abajo del colchón por si era que Lucy sufría alguna de sus reacciones alérgicas.

—¿Sufres alguna alergia? — escucho a Carson quien seguramente la había pillado observado la caja.

—Si...— resopló —A los cítricos, es una tontería.

—¿A los cítricos? Vaya— bufo.

—Si, naranja, mandarina, limón. El limón lo tolero un poco más, pero eso no quita que me salen ronchas en los brazos.

—Deberías llevarte la caja de medicinas, solo por si acaso.

—Hace mucho no tengo una reacción alérgica. Tal vez lo considere. — dijo para seguir acomodando medicinas, Carson solo se encogió de hombros.

Lucy se acercó a una de las ventanas y pudo ver a varios hombres trabajando en la verja, controlando caminantes y acomodándolos para que se sostuvieran a las rejas. Lucy solo buscaba un rostro, buscaba a Daryl pues cada día que paso sin él le preocupaba encontrarlo muerto. Durante los últimos dos días había encontrado un tiempo para escapar y robar algo de comida para entregárselo a Daryl, aquellos dos días solo lo vio muy poco pues Lucy debía ser rápida y precavida en que no la vieran al entregarle la comida, no intercambiaban palabras solo miradas y la comida que la pecosa le entregaba.

Lucy no solo se había dedicado a eso sí no también a buscar la llave que abria la puerta del agujero que era igual que buscar una aguja en un pajar y a encontrar la manera de salir de allí, observaba con paciencia varias actitudes que tomaban los salvadores y gracias a eso sabía que durante la noche cuando hacían cambio de vigilancia se tomaban minutos y minutos en cambiar de guardia, esos salvadores eran unos flojos (de mierda) a ojos de Lucy.

What we lost |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora