31.-Una herida que comienza a abrirse.

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Lucy reposaba sentada en una de las mesas de madera que estaban por Hilltop, movía la pierna y se mordía las uñas, no había pasado mucho tiempo desde que Daryl había dejado Hilltop pero el sentimiento de que algo malo ocurriría no la dejaba en paz, y no quería sentirse así porque confiaba en el cazador.

—Ehhhh chica. — hablo Evelyn llegando de repente, sentándose a su lado —Te vas a acabar las uñas, ¿Qué pasa?

—Nada.

—Ese "nada" no huele nada bien

—En serio Eve, tranquila, no pasa nada.

—Como digas, pero estoy aquí, me puedes contar lo que sea, lo sabes.

No soy soplona, soplona, soplona. Pero es Evelyn, Evelyn, entenderá lo que pasa, no le dirá a nadie, solo es Evelyn... y tal vez le diga a Evan, si Evan también.

Lucy giro a mirarla y le contó toda su plática con Daryl, el cómo le había invitado a participar en el plan ese, cuando le advirtió las consecuencias, el cómo él le dijo que no lo haría.

—Pffff, vaya mierda ¿eh? — comento Evelyn —Pero él dijo, que no lo haría ¿Qué te preocupa entonces?

—Qué no cumpla su palabra, me da miedo que me haya mentido solo para que no fuera a dar problemas y, aun así, que el sabiendo que el plan es estúpido lo haga, lo haga porque está enojado, porque no piensa con claridad y aprovecha que ni Rick ni Maggie ni Ezekiel lo saben,

—¿Quieres que le comentemos a Maggie? — preguntó Evelyn.

—No, no... Yo solo, quiero ir a mi remolque, confío en él.

Lucy se levantó de donde estaba sentada y camino en dirección a su remolque, Evelyn la miró preocupada, entendía por qué su amiga no quería decirle a nadie sobre eso.

La pecosa llegó hasta su remolque donde, se encontró a Evan preparándose un sándwich, Lucy frunció el ceño y apunto a él.

—¿Qué haces aquí? — pregunto cerrando la puerta.

—Preparándome un sándwich. — respondió con obviedad para después, darle un mordisco, se había salido la mitad de tomate por la parte de atrás del sándwich, Evan tomo asiento en una de las sillitas que rodeaban la mesa rectangular de Lucy, la pecosa aprovecho que tanto el pan, el jamón, el queso, tomate y lechuga estaban fuera para prepararse una merienda.

—Voy a salir. — le aviso a su hermano mientras se preparaba su comida.

—¿A dónde vas? — escuchó la voz de su hermano, seguro tenía el bocado aún. Lucy dio la vuelta para mirarlo, se cruzó de brazos unos segundos.

—Te contare algo, pero no le digas a nadie.

(...)

Lucy devolvió sus dos pequeños cactus al estante donde tenía sus libros; de su perchero tomo una chamarra de cuero color negro que ya estaba bastante desgastada y por encima, su chaleco donde solo coloco su arma con silenciador, la otra arma la dejaría para Evan, en vez de su cinturón se colocó su arnés con bolsita, ahí metió su mp3, algunas vendas y tres balas para su rifle —tomando en cuenta que en su rifle ya había una cuarta bala cargada—, se amarro el cabello en una colita, se echo el rifle atravesado la correa por sobre sus hombros y tomo las llaves de su motocicleta.

—Puedo ir contigo, si es que Daryl, Morgan y Tara están ahí, hablare con ellos, los conozco, al menos a Daryl y a Tara más.

—Iré sola. — respondió Lucy a su hermano, después de todo, se habían sentado a comer los sándwiches mientras Lucy le comentaba acerca de lo que Daryl le había dicho durante la visita que realizo por la mañana. —Además, aun sigues debilucho.

What we lost |Daryl Dixon|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora