What we lost |Daryl Dixon|

36.-Lo que pudo haber sido y poemas que me recuerdan a ti.

A su alrededor se escuchaban ruidillos, un grillo, las lejanas manecillas de un reloj, algunos pasos muy quedos en la madera, algunas voces, sonidos que la hicieron volver al mundo de una manera tan pacifica que todo se sentía real, sintió el despertar de ese largo sueño, pronto, fue como un golpe de realidad bastante violento, intento moverse, tan siquiera los dedos o despegar los parpados pero el cuerpo no le respondía, sintió una punzada de dolor en el abdomen y todo el cuerpo entumido, fue como conectarse poco a poco al mundo, se imaginó ella misma moviendo la mano derecha y la conexión con sus dedos apareció, movió la mano unos centímetros apenas levantando un dedo.

—¿Lucy? — escucho con claridad una voz masculina al fondo.

¿Quién, quien era el de la voz? No la ubicaba y sentía que no podía ubicar nada porque a pesar de estar en el mundo real, todo se sentía etéreo. Poco a poco la chica sintió sus ojos abrir con pesadez, como intentando separar la cinta adhesiva que por accidente se nos pegó del mismo lado pegajoso, sintió los labios acartonados por la sequedad, ni frio ni calor, solo dolor. Tenía la vista desorbitada, la iluminación era muy baja por lo cual no tuvo tanto conflicto al abrir los ojos, pronto, cuando su visión se aclaró observo una silueta por delante de ella, cabello negro y ojos avellana, un semblante nervioso, preocupado, era su hermano quien con una mano le toco la mejilla, estaba frio y pensó, que su tacto fue la última conexión que necesitó su cuerpo para traerla al cien por ciento a la realidad, intento hablar pero en cambio soltó un carraspeo, la espalda se le arqueo del ligero dolor en el abdomen.

—Tranquila, tranquila, no te muevas. — hablo Evan y se apresuró a tomar una jarrita de plástico con la que relleno un vaso de agua, con cuidado, ayudo a su hermana para que la pudiera beber, le sostuvo la nuca y le limpio la barbilla, con esto, Lucy sintió un gran alivio en su interior.

—Ev-Evan-n...— su voz salió ronca, Lucy tosió un poco y al hacerlo sintió más dolor en las costillas y la parte baja, Lucy se aclaró la garganta.

—¿Como te sientes? — la chica cerro su puño, solo dejo su pulgar al aire, ni abajo ni arriba, en medio, su pulgar era una línea horizontal, Evan medio sonrió. —¿Recuerdas lo que paso?

Lucy miro a su al rededor, cayó en cuenta que no era su cama, ni su remolque, estaba en una cama más grande, el cuarto era de madera no tan grande, con un buró a cada lado de la cama, la lampara de vela reposaba en una cómoda y otra vela más aun lado del buro, ella soltó un suspiro de total agotamiento, traía un vendaje, eso lo sabía por el dolor y el sentimiento de algo apretarle en todo el abdomen.

—Yo...— empezó a decir y aparto la mirada de los ojos de su hermano, pronto, todo fue como pequeños flashes en su cabeza, ella en el bosque, Liam, los disparos a su alrededor, Simón, a su mente llego la pelea con él, la patada en la nariz y como ella le quito (épica y espectacularmente) el cargador a su arma y con esto, como el la apuñalo, recordó la sonrisa en el rostro de Simón antes de que huyera corriendo... o ¿salió corriendo? No, lo derribaron, lo derribaron ¿quién? no lo recordaba, los flashes del rostro de su hermano, Liz y Jesús estaban en su memoria, incluso Daryl, hasta que perdió el conocimiento en un auto —Creo que sí, creo que recuerdo lo que paso...

—¿Puedes decirme lo que recuerdas? — Lucy suspiro.

—A Simón, el me apuñalo con mi cuchillo, — hablo recargando la palabra "mi" —yo fui quien lo acuchillo primero en la pierna y luego se lo quito para apuñalarme, — Lucy levanto la sabana de su cuerpo, traía un piyama y debajo del camisón tenía un enorme vendaje —te recuerdo a ti porque sentía... que ya me estaba yendo.

—Ya te estabas yendo, Lucy, llevas aquí tres días, no despertabas... Samuel fue quien te hizo una cirugía, dijo que estabas entrando en shock por la pérdida de sangre, tuviste una hemorragia interna. — Lucy observo a su hermano, parecía tan cansado, tenía unos enormes círculos oscuros debajo de los ojos indicando la poca cantidad de descanso que había tenido, Lucy supuso la otra cosa, tomo la mano de su hermano y levanto su manga, en su brazo se podía ver varias marcas de pinchazos de aguja. —Al menos somos del mismo grupo sanguíneo.