Apoyo

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Me quedé leyendo un libro en mi habitación. Mi puerta se abrió y mi hermano entró.

-Brad vino a verte.

-¿En serio? Dile que entré- dije y el asintió.

-Hola viejo- dijo Brad sentándose en mi cama.

-Hola- dije bajando el libro- ¿Por qué viniste?

-Estaba aburrido, la práctica de fútbol se canceló y bueno era o tu casa, o limpiar mi habitación.

Asentí- Sabia elección Brad- reí.

El miro el cuadro que colgué- Viejo… ¿estás bien?

-Sep, genial ¿por qué?

-Porque nunca oí de alguien que pintará a una chica que no existe y que pusiera un dicho como ese- dijo al parecer leyendo lo que puse y medio sonriendo- vaya es muy bonita.

Suspiré- sí que lo es.

-¿Quieres hablar con tu puto sobre eso?

Negué con la cabeza- no sé qué hacer, sueño con ella todos los días.

-¿Cómo son tus sueños con ella?

Sonreí- ella, me hace reír, me pone nervioso, muy feliz, todo en cuestión de segundos…

-Vaya… nunca oí a alguien hablar así. Supongo que ella te acepta a la primera, ya que tú la creaste.

Sonreí- me costó mucho que ella me haga caso.

-Debes estar bromeando- rió.

-Aunque no lo creas, ella no es fácil.

El rió.

-Gracias…- dije mirando el retrato

-¿De qué?

-De ser capaz de escucharme, de permitirme hablar contigo de la chica que amo y aunque ella no exista, tomarla como alguien real, y aun verme como una persona cuerda. Le sonreí y suspiré.

-No estás loco, solo… eres alguien diferente.

-¿Estás seguro que no estoy loco?

-Simplemente no eres el típico adolecente, pero creí que Fernanda te gustaba.

-Y creo que lo hace, pero… no sé Jennifer, ella… no sé cómo explicarme.

-¿Sientes que le estás fallando?

-No… simplemente, no sé si lo que siento es real…

-¿Por qué?

-Ya no distingo un sueño de la realidad, no sé cómo lograr ver las cosas como antes, no sé si lo que pasa día a día es real, una ilusión, si me sigue importando…

-¿Te agrada Fernanda?

-Si…

-¿Crees qué es sexy?

-Por supuesto.

-¿Ella es agradable?

-Es genial.

-Mmm… mi conclusión es que te gusta, pero como eres un imbécil no lo aceptas.

-¿Gracias?

-De nada, ahora no me jodas y acéptalo.

-Pero…

-Que lo aceptes- dijo con mirada seria.

Sonreí- Por eso eres mi puto favorito.

Intentare volver al mundo real, aunque me siento ajeno a este. Mierda, bueno seguiré tratando.

-¿la apuesta sigue en pie?- dije con cara de “Dime que no”

El sonrió- por supuesto que…- hizo una cara de “cálmate” tomo aire y negó con la cabeza- por supuesto que… ¡SI! Ya quiero ganar.

Pendejo- Ugh, bien. Sigue en pie.

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora