La chica de mis sueños

Me rindo

Will me obligó a quedarme en mi habitación. Mi cuello me duele, que mierda.

“VIEJOOOOOO, Will me contó que tuviste un accidente, ESTAS BIEN?!?!?!” leí el mensaje de Brad y escribí con rapidez “Stoy bien, solo me duele el cuello”

Pasaron algunos minutos y mi puerta sonó.

-Adelante- dije acomodándome.

-¿Adam?- escuche una voz aguda y tierna. Fernanda entró.

-Fernanda- dije sonriendo- hola ¿cómo estás?

Ella se sentó a mi lado y me acarició el rostro- Brad es un imbécil.

-¿Por qué?- dije extrañado.

-Me dijo que casi mueres en un accidente, casi me muero de la angustia y vine sin pensarlo dos veces, y tu hermano me contó la verdadera historia.

Reí suavemente- Él a veces exagera.

Ella sonrió y me dio un tierno beso en los labios- me alegra qué estés bien.

No me sentí así de bien en años… -Estoy bien desde el momento en que entraste a la habitación. Ven échate a mi lado- sonreí.

Ella me miro- solo porque estás herido- dijo y se recostó a mi lado.

Su mirada fue deslizándose por mi habitación, le abracé y aspire profundamente, llenando mis pulmones de su delicioso aroma.

-¿Quién es ella?- me dijo Fernanda apuntando a el retrato de Jennifer.

-Pobre de ti que me mientas- dijo sonriéndome.

-Ella es Jennifer Aliston…

-¿Tu maestra?

-No…

-¿Entonces?

-Ella es la chica de mis sueños.

Ella frunció el ceño- Si es así ¿por qué estás con migo?

-No, no es eso. Ella es la chica de mis sueños, literalmente.

-¿Sueñas con ella? ¿Por qué la dibujaste? ¿De dónde la conoces?

-Si sueño con ella, la dibuje porque… -suspiré- ella me gustaba t no, no la conozco.

-¿Cómo que no la conoces? Si te gustaba es porque la conocías.

-No Fernanda, ella no existe.

-No entiendo…

Suspiré- Ella es un producto de mi imaginación y me enamoré de ella.

-¿Qué? Debes estar bromeando.

Jennifer, no te engañes Adam. La quieres a ella, no a Fernanda. Me digo mi conciencia. Puta ella no existe no me jodas.

-No es broma… -vi el retrato con dolor. La amo, pero no puedo hacer nada.

-Adam, mírame… yo soy real. Yo existo, soy de carne y hueso, ella no.

Suspiré- mi cerebro lo sabe, pero mi corazón es un estúpido.

Ella cogió mi barbilla e hizo que la mirara a los ojos- Ella no existe, no tiene sentimientos, no puede ayudarte cuando lo necesites… yo sí.