No estoy loco

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Toda la clase estuve dibujando el retrato de Jennifer. El timbre sonó.

Sentí una mano en mi hombro- ¿Qué dibujas?

-Nada importante- dije cerrando el cuaderno.

Él me lo quitó.              

-¿Quién es ella? Es bonita, y si me mientes serás vilmente violado por tu mejor amigo- a veces Brad me asusta.

-Está bien, es Jennifer.

-¿Es la chica de tus sueños?- dijo extrañado.

Suspire- si.

-Vaya, es… muy bonita.

-Lo sé- dije suspirando, quisiera que esté aquí.

-Admítelo, estas esperando algo que sabes que nunca va a suceder y estas totalmente consciente de ello, ¿Tengo razón?

-Quisiera tener el corazón en el cráneo y el cerebro en el pecho.

-¿Qué? ¿Por qué?

-Porque así, pensaría con amor y amaría con inteligencia, no sería un idiota que se enamora de alguien q no existe.

-No eres un idiota, eres mi idiota- Brad sonrió, y guardo el cuaderno- vamos a hacer uno de los más grandes placeres de la vida, comer- agarró mi antebrazo y me arrastro a la cafetería.

-Si  tú lo dices.

Llegamos a la cafería, él pidió comida, un plato con dos rebanadas pastel de chocolate, tarta de coco-mi favorita- y cup cakes.

Los dejó en la mesa y se sentó a mi lado.

-Espero que acabes, porque si no lo haces, contrataré a un taxista con sida para que te viole- dijo riendo.

-Gracias viejo.

-De nada, sé que soy el mejor- que modesto.

-Sin mencionar lo modesto que eres- a él le encanta cagar el momento.

-Y no dije cuan sexy soy.

Solté un bufido- Por supuesto.

-Y te tengo una increíble sorpresa, una que a cualquier chico amaría- dijo con una sonrisa torcida, se trae algo entre manos.

-¿Ah sí?- dije dudando.

-¿Qué no confías en mí?- parecía ofendido.

-Nop, porque la última vez que confié en ti, terminé con una granja de hormigas en los pantalones.

-Jajaja pobres hormigas… pero está vez es diferente- levantó una mano.

Una chica tocó mis hombros.

-Hola Brad- esa voz la reconocería donde sea, Deby. Mierda.

-Deby, mira al pobre de Adam, tuvo un mal día, prométeme que harás que él se sienta mejor.

Pude sentir la sonrisa de esa perra.

-Con gusto Brad, haré todo lo que sea posible- dijo sentándose en mis piernas.

Brad se paró y se acercó a mí- De nada- susurró.

¿Sorpresa? ¿! Sorpresa ¡? ¿Qué clase de sorpresa es esa? Brad por Dios, esto es peor que la vez que nos pegamos las manos en la clase de artes y tuve que acompañarte al baño.

-¿Cómo estas Adam?- dijo acariciándome, siempre me hurga.

-Bien…

Sep, esta será una larga tarde.

-Yo sé cómo puedes estar mejor- dijo mordiéndose el labio inferior.

En ese momento sonó mi celular, me llegó un mensaje.

“Viejo, una ves en tu vida, no seas aburrido y as lo k aria alguien normal. Deby es muy bonita, sigue tu puto instinto y compórtate como un ombre, xq juro que creeré seriamente k eres gay ”

Casi se me derriten los ojos al ver la ortografía de Brad, le hubiera dado un paro cardiaco a mi diccionario, en fin, creo que tiene razón, siempre me preocupé con ser alguien respetable y no ser un puto… bueno debería darme un respiro y tal vez así Brad deja de llamarme monja.

-¿Quién te escribió?- dijo Deby mirando mi celular.

-Nadie importante- dije sonriéndole y abrazando su cintura.

Al parecer eso la sorprendió- ¿ya estas de mejor humor?- me dijo abrazando mi cuello.

-Así es…

-¿Quieres ir a mi casa? Podríamos ver una película y comer algo- me dijo sonriendo, consciente de que si iba a su casa no veríamos películas, mucho menos comer algo.

-Claro- dije sonriéndole, al parecer estaba aún más sorprendida.

Nos paramos y fuimos en mi auto a su casa, entramos por el bello patio de enfrente y fuimos a su habitación.

-¿Qué película quieres ver?- dijo mostrándome algunas.

-Cualquiera- dije sentándome en su cama con una sonrisa.

Ella cerró la puerta de su habitación con llave, bajó la intensidad de la luz, cerró las cortinas, puso una película cualquiera rápidamente y luego se recostó a mi lado.

-¿Qué película pusiste?- dije observando la televisión.

-No lo sé, pero tampoco vamos a verla- dijo sonriéndome.

-¿No?- dije con fingida inocencia.

Ella me sonrió- No- dijo poniendo su mano en mi cuello y bajando a los botones de mi camisa.

Sonreí- lo supuse.

Ella empezó a desabotonarme la camisa lentamente mientras subía sus labios por mi mandíbula. Yo pose mi mano en su cintura y la fui deslizando a su espalda baja. Nuestros labios hicieron contacto y nuestras lenguas se enredaron.

Comencé a bajarle la cremallera del vestido, ella se encimo en mí, me quitó la camisa y la botó a un lado. Me bajo los pantalones y yo subí las caderas para ayudarla y en un momento mis pantalones ya estaban en el piso, ella se movió quedando de pie, le baje el vestido y ella con un pequeño paso hacia adelante se deshizo de él.

-Eres muy lindo Adam- dijo de una manera sexy.

-Lo sé Deby y tú eres muy hermosa- le dije sonriendo, pues no mentía.

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora