Superando mis límites

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Nos quedamos callados observando a los chicos.

-¿Por qué nos miran todos?- dijo ella extrañada.

-No tengo la menor idea...

Todos nos sonrienron y aplaudieron, se escuchaba el ruido penetrar mis oidos. Podía jurar que me quedaría sordo, los ruidos estaban por partirme el cráneo...

-¡Adam!- exclamó mi hermano con su celular a todo volumen en mi oido.

Desperté de golpe. Pinche desgraciado.

-¡Hola! ¿No te alegra ver a tu hermano de vuelta?- dijo saltando a mi cama.

Mi hermano tiene 16 años y es un dolor de cabeza.

-¿Donde está Dostin?- dijo preguntando por mi primo, él vive con nosotros desde que sus padres se fueron de viaje y al parecer no querian dejar al descarado de su hijo solo en su casa, no los puedo culpar.

-No estoy seguro, creo que fue a meterse bajo la falda de alguna chica, como siempre- dije, ya que Dostin es un puto, casi como Brad... adoro a ese par de putos.

-¿Con qué estabas soñando?- dijo con curiosidad.

-¿Por qué?

-Porque sonreias como idiota...

Apuesto que lo hacia... con Jennifer es imposible que no sonria, aunque ella no pase de ser un producto de mi pinche imaginación.

Comienzo a pensar que perderé la cabeza, ella está empezando a ser parte importante de mi vida.

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora