Llegó el día

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La mañana del día sábado fue tranquila, me levante después del típico sueño que me remueve las ideas.

Jennifer, amaría que estuvieras aquí a mi lado, besarte y tener la oportunidad de mostrarte que haría lo que fuera por ti, pero sé que eso nunca sucederá, a veces quisiera poner carteles por toda la ciudad, algo más o menos así.

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La chica más hermosa del mundo

Nombre: Jennifer Aliston

Edad: Diecisiete años

Características: alta, cabello castaño, ojos verdes (hermosos), un cuerpazo, personalidad increíble, sarcástica, muy inteligente.

Viste: un sexy vestido rojo, tacones negros y un brazalete dorado.

Se perdió en: mis sueños (literalmente)

Algún día lo hare.

En fin, volviendo a mi triste realidad. Me dirigí a la ducha, y ni bien el agua comenzó a salir de la ducha, suspiré profundamente.

Mis padres volverán de su viaje en unos días, apuesto que nos traerán algo de regalo y tal vez alguna historia.

Salí de la ducha, me puse unos jeans negros, una camisa azul un poco desabotonada, zapatos y me dirigí a la cocina.

Me serví un vaso de jugo de manzana.

Estaba de lo más tranquilo, hasta que un par de manos se apoyaron fuertemente en mis hombros, casi grito.

-¿Qué demonios?- levanté el codo y golpeé a esa persona accidentalmente.

-Lo siento viejo- dijo riendo, Brad- no quería asustarte, soy Brad.

-¿En serio? Creí que eras la reina de Inglaterra y que viniste a pedirme que tomara una taza de café contigo…

-Con eso tenemos algunos problemas: Uno, no soy reina de nada, a excepción de mi trasero, Dos: tomar el té suena gay, prefiero algo con alcohol y Tres: no tengo bubis.

Reí- ¿Qué haces aquí?

-¿Cómo que, qué hago aquí? Vine porque tienes una cita con Deby y yo con Alice.

Bueno, digamos que lo olvide.

-Aaahh... claro.

-No me digas que lo olvidaste.

-Está bien, no te lo diré- sonreí inocentemente.

-Pórtate decentemente…

-¿Qué?- reí con fuerza- eres el menos indicado para decirme eso.

-Me refiero a que no actúes tacto como Adam…

-Okay, no entiendo.

-Quiero que seas un poquito ofrecido- digo uniendo su dedo índice con el pulgar- Así de poco.

-Está bien pero no me dejes solo con Deby.

-Si si si…- dijo con algo de indiferencia.

-Si me dejas solo con ella te violo.

-Dale, ¿Cuándo?- dijo sonriéndome, idiota.

-Dale, el viernes.

-Genial ¿A qué hora?- Dijo riendo.

-Después de clases, ¿te parece?

-No puedo, tengo partido de fútbol después de la escuela.

-¿Entonces?

-Que tal a las seis.

-Cool, ¿Dónde? ¿Mi casa o la tuya?

-Mmm… la mía.

-Genial, entonces el viernes a las seis, en tu casa y te violo- guiñe un ojo.

Y ambos nos echamos a reír.

-Y luego dices que yo soy el raro- dijo Will entrando a la cocina.

Reí- como sea.

-¿Dónde está Dostin?

-Odio interrumpir su momento entre hermanos pero debemos irnos- dijo Brad mirando su reloj.

-¿A dónde irán? ¿Me dejarás solo de nuevo? Me pudro del aburrimiento aquí.

-Lo siento, adiós- le sonreí y me di la vuelta.

-Si te vas le contaré a mamá y a papá como en verdad se arruinó la laptop- paré.

-No serias capaz- dije haciendo una fina línea con los labios.

-¿Qué? ¿Qué paso?- dijo Brad confundido.

-Una vez Adam escapó con Dostin a una discoteca, Adam volvió ebrio y vomitó en la laptop y esta se arruinó.

Brad se echó a reír.

Soborné a Will con dinero-bastardo-y me fui con Brad a la casa de Deby, a recogerlas para ir al cine.

La chica de mis sueñosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora