La Flor Del Cerezo [Mini Secuela Debajo Del Cerezo 1 ] [TERMINADO]

El Reloj Se Reduce

Logro entrar a mi casa, dejo al chico recargado en la pared de inmediato empiezo a cerrar las puertas y ventanas para que no entre, finalmente termino, me doy cuenta de que el hombre intentaba entrar a mi casa pero es inútil bueno eso pienso, el comienza arrojar piedras hacia las ventanas, se logra romper una, nuevamente sujeto al chico y me lo llevó a mi habitación. Cierro la puerta, se oyen las pisadas de hombre entrando a mi casa, mi corazón está llegando a su límite, saco el reloj de mi bolsillo del pantalón, el reloj seguía avanzando, pero de pronto la Muerte apareció delate de mi y me dijo:

- Ve hacia la ventana… Rápido y llévate al chico gato… -.

- S… Sí -.

Le contesto, de igual manera guardo el reloj nuevamente a mi bolsillo, cargo al chico, me dirijo hacia la ventana de mi cuarto lentamente se abre sola, de inmediato el hombre entra, pero la Muerte se transforma en un esqueleto metiéndole un gran susto pero eso no he evito que siguiera avanzando,  miro hacia la ventana de repente una de las ramas del árbol del Cerezo  se enredo en mi cuerpo al igual que el chico, el hombre casi nos alcanza pero las ramas del árbol nos sacó de la casa, el hombre intento alcanzarnos pero no logro, ya que desapareció de repente cuando salto de la ventana. Sin embargo o me sentí demasiado cansado, cuando las ramas me tocaron,  por alguna razón sentí la presencia de Sakura como si estuviera conmigo, pero al final… Solo eso duró por unos instantes ya que… Deje de sentir ese calor, y no solo eso sino que comencé a cerrar los ojos.

1 hora después…

Despierto lentamente, me doy cuenta que estoy arriba del árbol, el chico que está conmigo seguía en mal estado, no se que hacer, pero… Tal vez… Esto podría funcionar, lo toco, su temperatura es muy baja, su pulso apenas es notable, le digo al árbol que nos devuelva a mi habitación, las ramas comenzaron a moverse y nos dejaron adentro de mi cuarto, al parecer no hay nadie, coloco al chico sobre mi cama, saco el reloj de mi bolsillo lo coloco en ambas manos… En voz alta dije:

- Por favor… Salva a este ser… Te lo ruego… Dale la mitad del tiempo de vida que me queda… Para que él pueda vivir al mismo tiempo que yo… Y… Cuando muera, este reloj se detendrá… Él y yo… Moriremos juntos… -.

En ese momento el reloj comenzó a brillar, lo miro asombrado, era como tener una estrella fugaz en mis manos, nunca en mi vida había visto algo igual, el reloj comienza a elevarse alejándose de mis manos, poco a poco este se iba acomodando en medio de nosotros. Las manecillas comenzaron a girar rápidamente, yo también comienzo a brillar, miro mis manos, brillaban como miles de estrellas pero a la vez pude ver como una Luz Blanca salía de todo mi cuerpo, yo sigo la luz con la mirada, esta luz entra en el reloj por un extremo y luego salía del otro extremo pero en dirección hacia él.

Después de un par de minutos la luz se detiene, y recorre el mismo camino, pero ahora está luz regresaba a mi cuerpo, el reloj dejó de brillar al igual que yo, este vuelve a mis manos, volteo a ver al chico y le tomó su pulso, ya se encuentra bien, su respiración es normal al igual que su pulso. Siento algo de felicidad al saber que se encuentra bien, pero… Yo… Me siento más cansado, comienza a dolerme a cabeza, me siento en la silla que esta enfrente de mi cama, miro el reloj y este me marcaba… Horas: 428 y Días: 28.

- Así que… Ese es tiempo de vida que me queda… Vaya… Solo 28 días… No se que pasará ahora… -. Me dije mirando el reloj, alzó la mirada hacia el chico, el apenas estaba empezando a despertar. – Hola… -. Le dije con un tono amable.

- ¿Qué fue lo que pasó? -. Pregunto mirándome, yo lo miré, y note que tenía un collar negro con una cruz morada, desde que lo conocí tenía el mismo collar pero la cruz era más pequeña, apenas se notaba.

- Bueno… Es una larga historia, pero para no hacértela tanto de emoción te diré que un Coleccionista veneno el chocolate que estabas comiendo, yo te lo quite y te convertiste en un humano, y bueno… El nos persiguió hasta mi casa pero tu estabas muriendo por el veneno… -.

- ¿Veneno?... Pero, no lo entiendo… Los seres como yo… Bueno… Yo ya debería haber muerto… ¿Por qué sigo vivo?... -.

- Bueno… -.

- ¡¿QUÉ?!... ¡NO PUEDE SER!... ¡ESTO DEBE SER UN MAL CHISTE! -. El grita, si que me metió un gran susto

- ¿Qué pasa?... -. Le dije rascándome la cabeza.

- Mi… Mi collar… A cambiado… -.

- Y… Eso… ¿Es malo? -.

- ¡PUES CLARO QUE ES MALO! ¡MUY MALO!... -.

- Esta bien pero no necesidad de gritar… -.

- No lo entiendes… La cruz que tengo en mi cuello se supone que no debe crecer… Porque una vez que la cruz crece… Es… Una forma de saber que nuestro final estará cerca… O… Alguien me dio la mitad de su vida para salvar la mía.. Y no solo eso… Sino que también… Cuando la persona que me dio la mitad de su vida muera… Yo también moriré… -. Me contestó él, bajándose de la cama.

- Ya veo… Y… ¿Por eso estas preocupado?... -.

- No.. Solo quiero saber quien fue el que me salvo para agradecerle… No puede ser… Acaso tu… -.

- Si así es te di la mitad de mi vida… -. Dije volviendo a rascarme la cabeza

- Porque lo hiciste… No cualquier persona puede dar la mitad de su vida… Solo las personas que saber que van a morir y que tiene “El Reloj De La Vida”… Pueden hacerlo -.

- Bueno… Pues yo tengo un reloj de la vida, así que… Te di la mitad de mi tiempo de vida -.

- ¿Por qué lo hiciste?... ¡DÍMELO!... -. Él se recargo en el respaldo de la silla, yo no dije nada por un par de segundos lo que hice… Fue quitar sus manos del respaldo de la silla y de inmediato lo abrace, puse su cabeza en mi pecho.

- Sabes… ¿Por qué te salve?... Lo hice porque… No quiero morir solo, ya que me queda  poco tiempo y se… Que pronto moriré… Solo quiero que alguien comprenda lo que siento… -. Le dije, tan fuerte es este sentimiento que… Comencé a llorar…

- No le has dicho nada a tu familia… -. Me pregunto, de igual manera se inca hacia mi y me abrazo.

- No… Porque se que no me creerán… Y no quiero pasar el resto de tiempo de vida con regaños absurdos… -.

Él ya no me dijo nada, al igual que yo, ambos compartíamos el mismo dolor, pero por alguna razón siento que estoy conectado con él, yo siento lo que él siente y él siente lo que yo siento…