Más allá de un sueño - AITEDA

Nuevo compañero

-Buah, qué miedo, menos mal que a mí no me ha pasado nunca algo así – le dice Amaia

- ¿Y cómo está tu herida ya? – dice Marta levantándole el flequillo con cuidado

+MARTA – grita Aitana – sabes que odio que hagan eso, ahora tengo todo el flequillo despeinado

-Por eso me encanta hacerlo – dice riendo

+Bueno, pues está mejor, ya que no me dejaban entrar a primera por llegar tarde, Inma se ha encargado de curármela muy bien

-Ay esta Inma siempre siendo tan amor, de verdad, nunca había visto a un conserje preocuparse tanto por nosotros hasta que llegó – contesta Amaia

Justo se oye la puerta abrirse y las tres amigas se separan para sentarse en su sitio. Es Eduardo, el profesor de Lengua Castellana, y también su tutor. Tras él, entra un chico bastante más alto que ella, con el pelo corto moreno y una barba perfectamente recortada, su sonrisa es inconfundible.

+Es él

Aitana se queda muy pálida y Marta, que se sienta justo a su lado, se da cuenta y le pregunta, sin obtener respuesta. Ella no les había contado lo del encuentro con aquel chico hacía unas horas, no le había dado tiempo a llegar a esa parte, por eso es imposible que Marta sospechara algo, pero aun así le pregunta.

-¿Le conoces?

Un murmullo se había formado ya en toda la clase. Eduardo manda callar para proceder a hablar.

-Buenos días, veo que ya todos se han percatado de la presencia de este joven. Él es Cepeda, Luis Cepeda, y a partir de ahora formará parte de nuestra clase, espero que lo acojáis todos con cariño.

Aitana no estaba escuchando nada de lo que Eduardo estaba diciendo, sus ojos estaban fijos en los de aquel chico, que la mira con una sonrisa de oreja a oreja en cuanto la reconoce mientras le saluda con la mano.

-Veo que se conocen – dice Eduardo

-Algo así – contesta Luis mientras se le escapa una risilla

-Perfecto entonces, justo hay un hueco a su lado, siéntese allí. Ocaña, encárguese de que se ponga al día con todo.

Aitana da un salto en su sitio del susto tras darse cuenta de lo que acaba de proponerle el profesor.

-¿Ocurre algo?

+Na-nada

-Me alegro

Luis camina con calma hasta llegar junto a ella.

-Nos vemos otra vez – dice mientras aparta la silla para sentarse

Esa hora Aitana no prestó nada de atención a la clase, estuvo observándolo, cosa que no pasó desapercibida para nadie, ni siquiera para Luis.

El timbre, hora del recreo. Le faltan piernas para salir corriendo de allí, dejando a Amaia y a Marta con las palabras en la boca corriendo detrás de ella.