Capitulo 3

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[La levita de la vida de la pelirroja]

- ¡Basta, Vete !- la mujer estaba apunto de sacrificarse y dar su vida para que su esposo y su hija pudieran escapar

- ¡No no lo haré, tú eres su madre!- le dijo aquel hombre con ojos llorosos amaba a su pelirroja esposa su pequeña de tan sólo cuatro años se encontraba a unos metros de ellos cortando flores

- Escúchame- susurró- yo soy una mujer soy débil y no me respetan, pero tú, tú eres su padre eres un hombre todos te respetan y respetarán a nuestra hija, solo tú puedes protegerla como es debido así que ahora vete huye y vive -prométemelo - la mirada de la pelirroja estaba adornada con un par de cristalinas lagrimas que convencieron al moreno y él obedeció a su mujer con un agujero en el pecho  - Neza antes de todo dale esto - era una levita blanca, el hombre la tomó en su mano y cerró el puño apretándola, juró con su vida que daría todo por su hija.
La pelirroja de ojos mieles de verdad era una mujer fuerte y hermosa, el hombre era fuerte y gentil, el señor tenía un color de piel moreno , ojos negros y cabello negro la niña que tenía en brazos era igual a su padre, el hombre con lágrimas y el corazón roto se fue dejándole la batalla a su esposa mientras en medio del fuego y de la nieve corría su esposa quién en unos segundos moriría por una explosión.

- Papá a dónde va mamá- la niña volteó preguntando, Neza sin darle la cara para que no divisara sus lagrimas en pleno invierno le dijo - no temas ya volverá


[...]

- Neza, Aia este es el final bueno - una lágrima corre por su mejilla- Neza, Aia lo último que vivimos juntos fue maravilloso , los amo- susurró en el frió aire de invierno y en sus últimos momentos pensó " Aia lamentó si como madre no podré cuidarte pero tienes a tu papá, él te va a proteger más de lo que yo podría , te dará las alas y las armas para que madures, te fortalezcas y conozcas y hagas lo que yo siempre quise hacer, Aia , Neza mis hermosos morenos los amo" y de repente la luz de la explosión la alcanzó y su existencia quedó en la historia pero dentro de ella la felicidad de su vida la había acompañado hasta el final.

[...]

Años después el hombre era feliz con su pequeña era completamente parecida a él incluso su forma de ser, lo único que tenía de su madre eran aquellos rasgos afilados en el rostro, era una combinación perfecta de su amada y él, la niña tenía su color de piel como él (moreno), nariz respingada como su madre, ojos oscuros, cabello oscuro, era demasiado curiosa como él, la sonrisa era de su esposa e increíblemente inteligente como él y supuso que algo que heredaría de su madre sería su valentía.

Salvando identidades (Crónica Uno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora