capitulo 30

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[El juicio parte dos]

Narra Aia:

- ¡El pueblo deja en libertad a!- gritaba el enjuiciador, el rostro de Yui y de nosotros estaba tenso, pero yo, yo no podía actuar como una cobarde, no podía decir estoy bien sólo por mí, esto no es lo que papá haría, así que tomé valor y le dí una patada al barandal de madera

- ¡Alto, cómo pueden hacer ésto!

- ¡Tú cállate, conoces la ley!- grito el enjuiciador, yo camine hacía el coleccionador

- éste hombre debe de estar muerto- sentencie sin pudor , de repente éste comenzó a reír mentiría si digo que no tuve miedo, sus carcajadas se hacían más y más fuertes en la sala 

- ¡crees que puedes conmigo niña ingenua, tengo miles de poderosos sirviéndome, tú no no eres más que una insignificante rata!, crees que puedes matarme y tirar mi cuerpo, ¡Quemare todo este reino!

- ¡Llévense a esta niña de aquí!- ordeno el enjuciador, caminé hacía el enjuciador desenvaine mi espada y la acomode en la cabeza de el coleccionador

- crees que puedes mirar a los ojos a un hombre- susurró el enjuiciador

- sólo un minuto

- sólo un minuto - dijo con una mirada yo ya sabía que hacer y decir para que el coleccionador mojara sus pantalones y soltara la sopa

- escúchame bien sabandija, no me importa que seas un hombre, un mafioso, un rico o un adinerado, pero si te corto un brazo y hago un escenario dónde tu carruaje este en las montañas destruido a causa de los los lobos y te mantengo aquí secuestrado entonces nadie te escuchará, no ordenaras a nadie y todos ganaran

- ¡entonces mejor matame!

- créeme lo haré sólo si me dices la verdad- sentándome frente a él

- lo haré pero no a tí al enjuiciador- 

- esta bien- dicho esto camino hacía donde estaba sentada mientras camino miro claramente la mirada de asco de los hombres, según las leyes esta prohibido que una mujer le hable a los ojos a un hombre, todos me miran con repudio yo sólo mantengo mi rostro serio, camino hacia mi lugar Lior me mira con una sonrisa casi inaudita para que los demás no lo noten, gracias ojimiel pienso en mi mente, llegó al lugar en medio de Sharik y Lior, yui me mira y me guiña un ojo, ellos son todo lo que tengo ahora no dejaré que me intimiden unos criminales.

- ¿y dígame señor coleccionador cuál es su pueblo de origen?- pregunto el enjuiciador

- Mi nombre es Meitor Araullo nací en Jutai un pequeño pueblo en el sur del anillo exterior- el coleccionador miraba hacía abajo como si recordará- no quiero preguntas con pronombres insultantes así que lo diré todo, ahí en Jutai  crecí  como un niño pobre pero era talentoso y estratégico mi vida inicio cuando entre al ejercito de mi pequeño pueblo, gane unas dos batallas y ayude a mi pueblo, lo hice independiente y le di oportunidades y creí que así debía ser mi vida, pero un mal día lo conocí , a ese...hombre un extraño hombre con un poder inimaginable era como un Dios, la viva imagen de un kallano - acaso habla de poderes sobrenaturales como Yui,  pensé al escucharlo -  ese hombre me manejo a su antojo, al principio no quise pero mi pueblo me traiciono así que me no pude perdonarlo y me convertí en el "coleccionador" y así los concejales me respetaban, vendía y compraba personas que tenían un valor y le trabaje a ese hombre nunca supe su nombre y su rostro nunca lo vi porque el lo cubría, pero de sus manos salían cristales de color morado, era un Kallano, él es toda una leyenda en el bajo mundo, se viste con una capa blanca con tejidos de palma en las orillas y su organización domina todo el mundo ese hombre es mi líder y a quién le sirvo, pero desconozco su nombre verdadero, pero si conozco a alguien cercano a él su nombre es Hairkey  , todos lo que he secuestrado están en Jutai en mi casa

- ¿y como se llega señor coleccionador?

- En el sur del anillo exterior dentro de la selva de Janero hay esta Jutai dentro de una enorme cueva dentro de la selva, hay una cascada, la cascada de Kolmir si te adentras entre su agua ahí estará mi casa ahí los encontraras a todos, eso, eso es todo

- el pueblo agradece su coperación

- ahora sólo matenme

- ¡y el pueblo declara a Meitor Araullo culpable!, su muerte será útil servirás de comida a los lobos- dijo el enjuiciador y yo sólo le dí la espalda

- Ahora vamos a juzgar a Isabella menor, ¡tráiganla!- la joven es arrojada al suelo con fiereza - ¡isabella el pueblo te condena a los - Yui estaba inconforme con el plan y su mirada lo daba así que Lior se dio cuenta, pero el jurado no dejaría hablar de nuevo a una mujer

- Enjuiciador otorgarme su  palabra, sinceramente a mi juicio yo no lo conceptuaría como mi mejor alternativa,  escuché esta joven puede darnos mayor información sobre los conocimientos del comercio y la realeza, además eso no sería justicia, si imparcial desea su decreto debe hacerla una esclava, y pagar como la justicia dispone- el blanco de ojos ambarinos con una mano en el pecho, sus palabras inaudibles para muchos pero bastante convincentes fueron las palabras llenas de honor y astucia para cumplir un acto de absoluta justicia.

-El pueblo condena a Isabella menor a ser una criada y a su madre a la muerte, ¡El juicio da a su fin!- grito el enjuiciador y todos aplaudieron en Gozo, Yui y los demás estaban satisfechos, al salir del salón fueron a caminar, era su último día en el distrito de carnes.

- Lior eres increíble- mencionó Yui

- gracias, por ser el hijo del líder de la tropa tuve educación privada e entrenamiento militar

- presumido- susurró sharik

- Do you have something to say?- dijo el ojimiel en un gruñido a Sharik

- ¡Presumido!- grito el de piel negra con un par de ojos azules juguetones 

- ¡ya callense! - dijo Aia abrazando a ambos

Narra Yui:

Son geniales pero desearía regresar a mi vida de antes, cuando bastaba con mantener todo limpio, comer pan, cebada y agua a cambio de una vida tranquila, pensó la pelinegra.



Salvando identidades (Crónica Uno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora