[La llegada del vencejo]
Narra Lior:
Bajaba las escaleras con el cuerpo de la chica encapuchada, me habían dado la orden de encarcelarla, no había visto su rostro y empezaba a causarme problemas, pues aún seguía con el dilema dentro de mi mismo de las horrendas acciones de mi gente y mi inmenso dolor de mi padre, a este paso le pediría fe a todo y me preguntaba ¿qué pasaría si dejara libre a la chica?, nunca fue mi idea ser un traidor, pero ayer...
inicio del flashback:
- tengo una misión para tí- mencionó el comandante Haze
- ¿cuál?- mencioné temeroso
- Sé que desobedeceré a tu padre pero estoy seguro que incluso tú te sentías oprimido y como tu padre está muerto, necesitamos un terciario líder en la tropa, tú eres muy bueno en la escritura, así que dentro de tres días vendrás conmigo al anillo nuclear de Atlantida, pues le serviremos a la reina Hazel
Fin del flashback
faltan tres días para eso, por ahora mi misión es vigilar a esta chica.
La bajo y la dejo en el suelo, lentamente a sus manos le acomodo unas esposas y cadenas en sus pies, realmente este lugar es muy frío, pues el agua de la humedad me moja un poco la cabeza, lentamente con mis manos quito la capucha, que cubre el rostro de la chica, se asoma un cabello extraño profundamente negro, continuo y observo poco a poco su rostro, era un rostro nunca antes apreciado por mis ojos, un color de piel morena con un brillo que no alucina los ojos, pero que a pesar de eso es sumamente bello, unos ojos grandes marronrs y unos labios finamente encarnados color carmesí, ¿era extraño pensar en cómo describir su físico mientras la observaba?, no lo sé.
Me levanto lentamente del suelo,salgo y estoy a punto de cerrar la puerta, cuando escuchó un ligero roce de cadenas en el suelo y vuelvo a entrar rápidamente es la chica está despertando, se recarga de su brazo y abre los ojos lentamente...
Narra Aia:
Trate de pararme pero no podía, abrí los ojos lentamente y lo primero que pensé fue que iba a morir, pues justo delante de mí estaba un joven de las tropas imperiales con una extraña vestimenta una chaqueta de color azul cielo una levita color roja con insignias doradas, pensé que me iba a matar y lo único que pudo salir de mi boca fue...
- ¿mat maui kokoa?- dije en un tono bajo mientras miraba hacía abajo
- no entiendo nada de lo que dices- su rostro no demostraba violencia si no compasión
- dije que- susurré volvía mirarlo y dije- ¿dónde estoy?- el se sorprendió al escucharme
- ¿cómo saves mi lengua?- preguntó
- solo la sé- conteste, pero no era así mi padre me había enseñado a hablar su idioma natal de mi madre, como ella era blanca pensé que podía comunicarme como ella, creo que es el único legado que dejó en mí, el se acerca, yo me aculto agachando la cabeza
- tranquila no te haré daño- me dice mientras se pone de rodillas, sus ojos mieles comprensivos, recuerdo haberlo visto antes, mucho antes.
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Salvando identidades (Crónica Uno)
Ciencia FicciónSalvando Identidades Primera parte: Narra la historia de cuatro chicos que buscan terminar la guerra en donde el mundo empezó la "Atlántida" (la unión de todas las culturas según el Filósofo Platón). En su vida han sufrido mucho pero una gran amis...