XIX

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Suspiro mientras observaba a lo lejos la increíble y grande puerta que da la entrada a Konoha.

Miro hacia atrás, Ryu afirmo con la cabeza, totalmente serio, oculto entre los árboles.

—ataquenla –ordenó y sus hombres se miraron entre sí, preocupados.

—Pero jefe... Ya está bastante herida. Apenas si va a poder llegar a las puertas.

—¿Y? Solo ataquenla. No me lo hagan repetir una vez más.

~

Los dos guardias observaron el cuerpo de aquella chica caer a tan solo unos metros de las puertas.

—Ve a avisarle a los demás, puede ser una trampa –exclamó cerrando sus ojos tratando de ver si alguien más estaba por los alrededores.

El otro ninja asintió y desapareció de un salto. A los pocos minutos llegó con dos más y Shizune.
Rápidamente la mujer se acercó a la chica con los hombres desde atrás protegiendola por cualquier cosa.

—Rápido, hay que llevarla al hospital –exclamó un vez la revisó rápidamente–esta muy débil.

~

Sasuke miro profundamente la lápida de su hermano.

—¿Tuviste una hija? –preguntó mientras trataba de ordenar los pensamientos de su cabeza.

Suspiro, miro al cielo y cerro sus ojos, lo hacía cuando exigía paz en su interior.
Si Itachi tuvo una hija debió haber sido cuando el ya había abandonado la villa. Por lo que Sakura le explicó esa chica era una adolescente de unos 15 años.
Piel pálida y de ojos y cabello profundamente oscuros. Seguramente con un enorme parecido a su hermano, o al menos, así lo imaginaba. 

Trataba de no hacerse demasiadas preguntas pero era inevitable no hacerselas. ¿La habrá conocido? ¿Fue feliz? ¿Por qué aquella chica término en ese lugar? ¿Como pudo permitir eso?

Abrió los ojos al darse cuenta que no encontraría la paz, al menos no en ese momento.

Dejó la flor aún lado de la lápida y se fue, caminando a paso tranquilo por el pequeño sendero.
Cuando llegó al lado más transitado de Konoha dispuso a hacerse el sordo y ciego ante las miradas y susurros hacia su persona, después de todo para algunos aldeanos seguía siendo un traidor, y no los culpaba.
Ni el aún podía perdonarse.

—¡Sasuke! –miro hacia atrás para encontrarse con Naruto corriendo hacia el con una expresión realmente preocupada.

«Sakura» fue lo primero que llegó como alerta a su cabeza, ese día había dejado a la pelirosa en el hospital porque debía hacerse unos chequeos, o eso le había explicado Tsunade.

—¡Hay que ir al hospital! ¡Y rápido! –ese fue el detonante en su cabeza para que, de un salto, desapareciera de la calle. Naruto bufo– al menos avísame.

Y también desapareció de un salto.

───•❥❥❥•──

Cuando llegó al lugar y entró, todo estaba tranquilo. Camino rápidamente a la recepción escuchando detrás como Naruto se quejaba y trataba de alcanzarlo.

Paso por de largo y camino por el largo pasillo que lo llevaba hacia la Oficina de la rubia, pero no hizo falta llegar ya que la encontraron a mitad de camino.

—No hay tiempo para explicaciones –exclamo– Uchiha ven conmigo, y tu Naruto ve con Sakura a la habitación 6. Esta sedada.

Sasuke asintió aunque por dentro se moría de la intriga.
Naruto no tardo en quejarse, pero al ver que era muy importante el tema desistió y se marchó.

—¿Qué sucedió? –pregunto mientras entraban por una puerta que daba hacia unas escaleras que te llevaba hasta un lugar de máxima seguridad.

—Shizune trajo a una chica que apareció herida en las puertas de entrada a la aldea –comenzo a explicar mientras descendían– por el momento todo fue normal, hasta que por casualidad Sakura la vió. Entró en una especie de pánico y quería correr hacia ella mientras gritaba cosas que no se entendían bien.

Sasuke fruncio su ceño.

—Al parecer fue una de sus compañeras mientras estuvo cautiva. Tuvimos que darle un calmante a Sakura ya que estaba por entrar en una crisis.

Llegaron al final de las escaleras y se metieron en otro largo, húmedo y oscuro pasillo que únicamente era alumbrado por antorchas.

—Sakura me contó lo de esa chica posiblemente poseedora del sharingan. Creemos que es ella.

Sasuke dejó de respirar y freno sus pasos sintiendose encerrado.

—Necesito que le veas –exclamó – no voy a mentirte, tiene un parecido físico muy digno a los Uchiha. Cabello totalmente negro, rasgos finos y bien marcados, y seguramente ojos negros.

Soltó el aire que estuvo reteniendo y cerro sus ojos, tratando de prepararse para a quien estaba apuntó de ver.

—Ya tome una muestra de su sangre –explicó en una mueca– y tenemos aún de la tuya, ya mande a hacer los análisis, en unas horas estará listo. Pero de igual forma necesitó que la veas.

Cerro su puño.

—¿Estas listo?

No, no lo estaba. Pero debia hacerlo.
Asintió.

—Bien, sígueme –volvieron al paso hasta llegar a una puerta donde era protegida por dos Guardias– por las dudas la trasladamos aquí. Podría ser un riesgo para la aldea.

Trago saliva y sus dedos se criparon por los nervios.
Vería a quien quizá sería su sobrina y lo último que le quedaría de su hermano mayor.

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⏰ Última actualización: Sep 22, 2018 ⏰

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