Novio virgen [HunHan]

Capítulo 6

MEJILLAS COLOR CARMÍN

Según Google, el sonrojo es algo que el cuerpo no puede controlar. Es un sistema que se activa por la adrenalina, o bien, es una respuesta normal ante una situación imprevista que nos provoca un sentimiento de vergüenza.

Ahora, con sus conocimientos del tema, LuHan llegó a la conclusión de que su gran defecto no tendría una fácil solución. ¿Podría entrenar hasta que fuera inmune a las vergüenzas? ¿Podría hacer tanto el ridículo que ya ni siquiera le importará? Pues no lo sabía y creía que al menos debería intentarlo porque por su mala suerte, LuHan se sonrojaba bastante seguido.

En realidad no era porque fuera un chico tímido ¡oh claro que no! El simplemente se sonrojaba de vez en cuanto y eso lo consideraba un problema. Lo peor de todo era que cuando sus mejillas ardían cual sol de primavera, no se veía para nada bonito.

Al menos no como JongIn, que sus mejillas se tornan ligeramente al color del coral haciendo lucir tan inocente, o como ChanYeol que las puntas de sus orejas se volvían rojas cuál tomate y BaekHyun chillaba de emoción por lo precioso que se veía su chico. Y sin duda alguna, LuHan no se veía para nada como su SeHunnie. Con su tono de piel tan claro que sus atractivas facciones se coloreaban de un hermosos color rosita. Lástima que aquel acontecimiento ocurría cada año bisiesto.

Sin embargo, LuHan agradecía que al menos no era uno de esos chicos que se sonrojara por cualquier cosa; así como su hermano MinSeok. Ese hombre hasta por pedir alimentos en una cafetería se avergonzaba, pero para suerte de su hermano mayor, a su queridísimo novio JongDae le fascinaba cuando lo hacía y más si era por su causa.

Tus mejillas rojitas son tan preciosa Minnie ¡Quiero morderlas! Chillaba con emoción.

Mientras LuHan estaba ensimismados en su propio mundo la plática de sus amigos le pasaba desapercibida.

— ¿LuHan? ¿Estás escuchando? — la pregunta a son de queja proveniente de BaekHyun lo hizo reaccionar. Despego su vista del plano de comida que tenía enfrente para mirar al ahora castaño BaekHyun quien movía sus manos de un lado al otro frente a él.

— Claro que los escucho. El castaño se te mira muy bien. — comentó cómo casi queriendo cambiar el tema.

— Aw, gracias. Eso obviamente ya lo sabía. Pero ¿se puede saber en qué tanto piensas? Estás muy distraído. —

— No será que Sowon sigue molestándote ¿O sí? — cuestión JongIn con preocupación. LuHan negó rápidamente porque era verdad, desde que SeHun le advirtió que no lo volviera a molestar, Sowon y sus amigos lo habían dejado tranquilo y de eso ya hacía una semana.

— No es eso... Es solo que. No siento que este plan esté funcionando. — respondió con vacilación.

— Explícate. — pidió – exigió KyungSoo con serenidad mientras comía de su almuerzo hecho por el mismo.

— Bueno; es solo que... No siento que sea el novio perfecto aún. Saben que me sigo sintiendo sonrojando como adolescente sin tregua. Eso es tan humillante y ridículo. — suspiró con desgano. Sinceramente se sentía muy mal porque todos sus amigos y casi todo adolescente ya tenía experiencia en el ámbito del amor y todas esas cosas, mientras que él seguía metido en su patética inexperiencia.

— ¿sabes que eso es muy natural verdad? No puedes simplemente controlar cuando sonrojarte y cuando no. — rumió BaekHyun, a lo que LuHan bufó molesto por la falta de apoyo por parte de sus amigos.

— Mi pequeño Baekkie tiene razón cervatillo, es algo muy natural de lo cual no hay que tomar mucha importancia. Además los chicos como ustedes se ven hermosos con mejillas coloreadas de rojo. — ChanYeol soltó una carcajada sonora por el claro bufido de fastidio que soltó su novio. — Te ves precioso cachorrito. Tengo pruebas y cero dudas. — Insistió. Posteriormente, tomó el rostro de BaekHyun entre sus grandes manos observando el precioso mohín dibujado en sus labios rosaditos que se le antojó besar y así lo hizo.

Mientras ese par de amigos suyos se besaban con parsimonia y todo el amor del mundo, KyungSoo y JongIn estaban en su propio mundo de chocolate y dulces susurrando cosas y soltado risitas cómplices que a LuHan le causaban celos insanos porque él también quería que Kris lo mirara como a sus amigos, que le dejara un reguero de besos por su rostro y lo mimara con palabras bonitas.

Ese horrible sentimiento hizo que se sintiera mal de estar celoso de sus amigos y se paró sin decir nada y salió de la cafetería. La acción no pasó desapercibida por los chicos y con una mirada que significaba que él se haría cargo y no se preocuparan, SeHun salió disparado a buscar a un pequeño cervatillo dramático.

Después de unos minutos en su búsqueda encontró a LuHan recargado cerca del salón de taller musical que a esa hora del almuerzo estaba desierto. Su rostro estaba viendo sus interesantes zapatos que se movían con insistencia. Se acercó sin mucho ruido y se paró enfrente del rubio, tomo su barbilla con delicadeza y alzo su rostro para que lo mirara.

— ¿Qué es lo que pasa? — preguntó sin abandonar la mirada del contrario. El brillo de tristeza en los ojos avellana de LuHan lastimó su corazón y por acto reflejo acercó su cuerpo hasta que la definición de espacio personal perdió el sentido y LuHan se tensó al percibir el calor de SeHun junto al suyo.

LuHan pensó en mentirle, pero era su mejor amigo y nunca se metían ¿Por qué empezar ahora? Soltó todo el aire retenido en sus pulmones y dijo; — Estoy celoso. — Decirle en voz alta lo hizo parecer más patético. — A mí nunca nadie me ha visto con tanto amor y devoción como se ven los chicos. Sé que no soy bonito y que por eso nunca he tenido novio. Además, soy tonto e infantil, no sé nada de la vida y soy un virgen que no podría complacer a nadie. Pero aun así, me siento mal. ¡Yo también quiero que Kris Hyung me quiera así! —

La siempre neutra expresión de SeHun estuvo a punto de romperse por una tormentosa ventisca de emociones que se construía en todo su ser.

Enojo porque LuHan no se daba cuenta de que él quería ser quien le diera todo eso que él necesita y todo el amor que pedía. Tristeza por darse cuenta de que él nunca sería alguien más allá de un mejor amigo para el más bajo y celos, muchos celos de idiota Kris idiota Wu.

Tranquilizándose un poco tomo al chico de su estrecha cintura y lo acerco más hacia él - si eso era posible- y con su otra mano sostuvo la mejilla de LuHan para mantenerlo en su lugar mientras se inclinaba peligrosamente a su rostro.

Sus respiraciones se mezclaron y el pequeño rubio abrió los ojos desmesuradamente. LuHan comenzaba a sentirse tan agitado por la repentina acción.

— LuHan... — La voz de SeHun sonaba contenida y el cuerpo de LuHan reaccionó con un temblor. — SeHun cerró los ojos un momento y continúo hablando. — Tú eres la cosita más hermosa y sensual de este mundo. Tienes un corazón tan noble y puro, tu sonrisa podría alegrar hasta los días más nostálgicos, ¿De verdad no vez lo precioso que eres? No tendrías que sentir celos de nadie, porque algún día encontraras a la persona que le entregarás tu corazón y todo tu amor para que también te lo de a ti ¡Demonios, LuHan! ya verás que el idiota de Kris se dará cuenta de lo idiota que ha sido por no fijarse en ti y yo te voy a ayudar con eso. En serio lo haré. — Sus ojos volvían a estar cerrados y la cercanía del cuerpo de LuHan lo descolocaba de sobremanera. Si habría los ojos estaría tentado por esos labios rosas, suaves y finos, los cuales quería ver hinchados y del color escarlata por sus besos.

— Se... SeHun.... — tartamudeó. — Su respiración se volvió agitada como si estuviera corriendo un maratón. Su rostro ardía, se sentía tan acalorado. Su corazón latía con fuerza y velocidad. Estaba tan abochornado por las palabras que prácticamente el pelinegro le susurró tan cerca de sus labios que sentía desfallecería en cualquier momento.

Estaban tan cerca de rozar sus labios con los bonitos y esponjocitos de SeHunnie... tan cerca. Solo tenía que acercarse poquito.

El cosquilleo de la anticipación se hizo presente, sus alientos se mezclaban y...

Tocó el timbre.

— Hora de clase dulzura. — Dijo y se separó del cuerpo de un confundido y acalorado cervatillo. Caminó unos pasos hasta que notó que LuHan seguía pasmado en su lugar. Volteó a verlo y agregó — Por cierto, te ves más hermoso que BaekHyun sonrojado, pero no lo escuchaste de mí. — Advirtió. Y como si fuera posible, LuHan se le coloreó hasta las orejas.

SeHun le sonrió hasta que sus ojitos desaparecieron formando dos medias lunas.

Tal vez no era una gran desgracia eso de tornarse rojo de vez en cuando, pensó LuHan.

♥️♥️♥️