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La estoy pasando súper bien. La reunión, o mejor dicho, la fiesta, porque de pequeña reunión exclusivamente de chicos no tiene nada, tiene a todas las personas en la pista de baile. Luego de haber conversado un largo rato con Lee pude darme cuenta que a el también le gusta Tenten, sólo que no quiere confesarse a ella por temor a arruinar su amistad. Le sugerí que vaya a pasos lentos, pero seguros y me dio un gran abrazo, típico de su energía en propulsión.

Y ahora me encuentro aquí, sentada mirando como mis amigos bailan como locos. Suelto una carcajada tan alta que casi me atoro al ver los pasos que hace Naruto, no tiene buen ritmo, pero se está divirtiendo mucho y eso es lo que debe importar.

Miro a mi derecha, mi izquierda, siendo imposible encontrarlo. Sasuke fue quién me trajo aquí, pero luego de casi una hora desapareció y no lo puedo encontrar, las personas creando un tumulto tampoco ayudan mucho.

Mi estómago se retuerce un poco, me levanto y voy directo hasta Sai, quien se encuentra hablando con Shikamaru.

—Disculpa—Sai deja de hablar con su amigo—¿Podría saber dónde están los servicios?—le cuestiono tratando de mirarlo a los ojos, lo cual es imposible debido a las luces que parpadean sin cesar.

—Ve al pasillo de la derecha, tercera puerta al fondo—me indica con una sonrisa plana y sólo por cortesía. Me alejo y puedo observar a lo lejos la puerta con un letrero de madera colgado en ella.

No he sentido ningún tipo de malestar, he llevado en mi bolso unas cuántas pastillas en caso de sentirme mareada, sin embargo, no las he usado aún.

Me lavo la cara con abundante agua, estamos en temporada de invierno, pero siento un bochorno muy fastidioso en mi cuerpo. Antes de volver a salir me quedo pensando en Sasuke y mi objetivo de darle las gracias, debió haber querido que dejemos nuestras diferencias y se esforzó por hablarme, no es correcto divertirme yo y ni darle las gracias por traerme consigo.

Decidida, salgo de la pequeña habitación para buscarlo y hablar un poco.

Una mano me tira y me pega a la pared.

—Nos encontramos de nuevo—una voz coqueta y burlona me rodea.

—Kiba—escupo su nombre con desagrado.

Todo estaba yendo bien, ¿Porqué tiene que aparecerse este chico?

—¿Qué tal las vacaciones?¿Conseguiste dinero para comprarte algo decente de vestir o sigues dependiendo de Ino?—cuestiona acercando su rostro al mío. Mi mano libre presiona su pecho hacia atrás.

—¿Qué quieres?—me defiendo—¿Sigues enfadando conmigo por irme a vivir con Ino y alejarla de ti?

Lo veo hacer una mueca. He dado en el clavo.

Antes de poder irme a vivir a su apartamento, había escuchado muchos rumores sobre la relación tóxica entre Ino y Kiba, básicamente, era un sinfin de peleas, reconciliaciones, más peleas y, según pude escuchar de la misma Ino, incluso recibió un golpe de él. Vivía sola, siendo un punto fácil para Kiba ir a acosarla constantemente.

Entonces aparecí yo y, por circunstancias alocadas, me hice amiga de ella, le conté mi situación, me contó la suya, ambas decidimos salir adelante y vivir juntas, cosa que funciona muy bien hasta ahora.

Pero parece que hay alguien que sigue con la espinita de la nostalgia.

—¿Tu crees que me importa esa mujerzuela después de todo este tiempo?—bufa, puedo oler alcohol en su aliento—Deja que siga cogiendo con Sai, que todo el mundo lo sabe y es el hazme reír del curso.

Estoy furiosa, tampoco estoy de acuerdo en la relación que tenía con Sai, pero el no es nadie para juzgarla, nadie lo es. Presiono mis puños, acumulo toda la fuerza que tengo y, sin opción a pensarlo, mi puño libre choca contra la mandíbula de Kiba, causando que pierda el balance y se tambalee un poco hacia atrás.

—Vete a la mierda—grito con todas mis fuerzas—Todos creen que tienen el derecho de hablar de otros, ¿Qué eres?¿Vidente?¿Adivino? No sabes nada de Ino, nunca lo supiste, ni cuando salían juntos, ni cuando la dejaste plantada aquella noche en el restaurante—mis labios tiemblan un poco al recordar como Ino llegó llorando al pequeño cuarto que tenía antes de irme a vivir con ella, la adrenalina me está afectando y si nadie me para voy a ser capaz de patearle el trasero, aún sabiendo que el podría devolverme el golpe dos veces más fuerte luego—Ahora que está re haciendo su vida con otro, te apareces y no sólo me molestas a mi, sino a ella ¿Sabes? Yo tampoco apruebo a Sai, pero si lo eligió fue por algo, ese chico debe significar algo para ella y ve algo bueno en él.

Toda mi sangre sube a mi cabeza y mis piernas comienzan a temblar.

Kiba se reincorpora, tiene un mirada de muerte hacia mí. No tengo idea de si había escuchado lo que le había dicho, pero sus nudillos blancos y su vena estallando en su cuello no es nada bueno. Giro hacia mis lados y recuerdo que sigo en el pasillo, sola y lejos de las personas, si no salgo de aquí, puedo meterme en serios problemas.

—Pequeña metiche—con una voz rasposa y repleta de ira, toma mi cabello por atrás y me pega con fuerza de nuevo a la pared—¿Tú crees que esto es una novela romántica?¿Qué tu chico aparecerá y te salvará?—amenaza, puedo sentir como mi cabello es tirado hacia atrás con más fuerza y duele cada vez más—¿Crees que puedes golpearme y hablarme como te de la maldita gana?—da pasos hasta quedar a nada de estar separados. El miedo y el arrepentimiento se apoderaron de mí, ¿Qué quería lograr?No iba a cambiar nada con lo que había hecho, mis palabras son simples letras sin ningún significado.

Un espasmo recorre mi pierna. Sus manos comienzan a subir por mis muslos, me retuerzo para tratar de soltarme de su agarre hostil, siendo imposible.

Otra vez, mi impulsividad me está jugando una mala pasada.

—Esta vez ese idiota de Sasuke no te salvará—susurra en mi oído, su lengua recorre mi lóbulo.

Asco es una palabra que queda corta con lo que estoy sintiendo ahora mismo, su erección roza mi pierna y suelto un quejido al notar como trata de llegar a mis labios. Estoy atrapada.

Un golpe se produce apenas abro mis ojos que amenazan con dejar caer lágrimas de miedo.

Kiba está en el suelo, un hombre lo aprisiona y está sentado sobre él, sin embargo, no puedo ver quién era. Me arrastro para poder llegar a la luz que aparece débilmente.

Sai está maldiciendo con insultos que no conozco a Kiba, sus manos tienen rodeado el cuello del hombre en el suelo.

—Sai, ya basta—pido, puedo ver como Kiba comienza a ponerse morado—Por favor.

Sus manos se dejan de tensar y lentamente comienza a soltar a un Kiba desmayado. Su mirada llega a mí—Lo lamento, vi que te había seguido—agacha la cabeza, su voz suena muy apagada—pero no hice nada, no pensé que fuera a agredirte así.

—Te debería golpear ahora mismo,—me levanto, limpiando mis rodillas—pero es raro que hayas venido a ayudarme,—ladeo la cabeza—de todos modos, te lo agradezco. Eh, pero que esto quede entre nosotros, no queremos que todos en la fiesta se enteren de lo que pasó, no hay que preocupar a las personas.

Sai sonríe, esta vez puedo ver que si lo hace con honestidad, levanta a Kiba y lo pone a su lado, su mano en su hombro, apenas puede sostenerlo.

—¡Sakura!

La oscuridad no me deja ver quién se aproxima, pero no es necesario, conozco esa voz a la perfección.

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¡Jeje! Capítulo sorpresa por ver cuántos votos y comentarios me dejaron♡

PEQUEÑO DILEMA /SASUSAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora