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Sasuke

Cada paso que da a la salida son como martillazos en mi pecho. No sé que hacer, mis impulsos actuaron antes que mi raciocinio, actuaron como mecanismo de defensa. No me puedo mover de mi sitio, Sakura se está alejando de nuevo.

Instintivamente, al sentirla pasar a mi lado, lo único que hago es tomar su brazo.

Su reacción es evidente, se detiene por un pequeño instante y se suelta bruscamente. Sus pasos se van alejando más y más, y yo sigo siendo el mismo cobarde de siempre.

Continuo escuchando el bullicio, las voces de las personas gritando, cantando con tanta alegría, pero no me dan ganas de regresar.

—¿Necesitas una mano?—reconozco su voz al instante. Naruto está en la puerta, la contraluz no me deja ver su rostro.

—¿Y Sakura?

—Bajó corriendo, me dijo que ya era tarde y se fue.

—¿Sola?—grito—idiota, pudiste haberla llevado a su casa.

—Lee ofreció a llevarla, Sakura no se negó,—camina hasta llegar a la ventana del otro lado del cuarto—¿Te das cuenta de la situación? No sé que le habrás dicho, pero deja de arruinar todo, hermano.

Me pongo en cuclillas y me cubro el rostro con las manos—Avancé tanto para mandarlo todo a la mierda en cosa de nada.

—Sólo con ella te pones así, deja de sugestionarte, sabes que deseas estar con ella, ¿Qué te impi...

Siento como la bilis sube hasta mi garganta, tomo a Naruto de su camiseta—Tú sabes que me impide, maldita sea, ¿Quieres que se lo diga todo? ¿Quieres que vuelva a recordar eso? ¿Que viva con ese trauma?—mi voz se quiebra, de ninguna manera Sakura iba a tener ese asqueroso recuerdo en su cabeza otra vez. Al menos iba a tratar que no vuelva a recordarlo.

No intenta defenderse, una sonrisa repleta de tristeza se forma en sus labios—Perdóname, Sasuke.

Lo suelto y Naruto se sienta en una pequeña silla.

—Debe haber otra forma, de contarle todo sin herirla—me recuesto en la pared, tratando de hallar la respuesta, una que nos beneficie a todos.

—Tú sabes que la hay, y sabes muy bien cuál.

No respondo. Sé cual es.

Han pasado muchos años, de verla en los pasillos riendo, hablando con diferentes personas todos los días, y sin poder acercarme. Creí que la respuesta era ser indiferente con ella, pero fue todo lo contrario, mis ojos siempre terminan buscándola.

Me había decidido a ser gentil y volver a hablarle, lo estaba logrando.

—Deja de hacerte un mundo y sé tu mismo—me interrumpe—de ese modo empezarán a tener una nueva relación de amigos, no habrá necesidad de involucrar al pasado.

—Eso era lo que hacía.

—Y luego echaste todo a perder—tose—Naruto y su idea de hacer más amigos—agudiza la voz, imitando lo que había dicho a Sakura—¿Eso fue tu mejor esfuerzo? Tampoco ignores a tu, supremamente, gran nivel de egocentrismo, deja tu maldito orgullo a un lado y conseguirás lo que buscas—Naruto termina de regañarme.

Un balde de agua helada lleno de realidad cae sobre mí. Naruto ha dicho todo lo que no quería escuchar, y otra vez, está en lo correcto.

—¿Lo hago ahora?

—Son las diez de la noche—mira su reloj—a lo menos ve y pídele disculpas.

Me levanto, directo a ir a la casa de Sakura.

PEQUEÑO DILEMA /SASUSAKUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora